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Redacción- Las ventajas de la actividad física se manifiestan en toda la población, incluidos los adultos mayores, para quienes es fundamental practicar ejercicios indicados para su edad, los cuales deben de ir acompañados de buenos hábitos en la vida diaria como el descanso y una adecuada alimentación e higiene.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física ayuda a la población mayor de 65 años a mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares, la salud ósea, la dinámica funcional, y a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, como la depresión y deterioro cognitivo.

Sin embargo, aun con los beneficios que representa el ejercicio, muchas personas mayores deciden no practicarlo porque padecen Incontinencia Urinaria (IU), y creen que esta condición se convierte en un obstáculo para mantener un estilo de vida saludable.

“Las personas en general y más aun los adultos mayores creen que deben detener su actividad física si sufren incontenencia, sin embargo esto no es así, el ejercicio debe mantenerse y complementarse con rutinas de ejercicio para el suele pélvivo, el cual ayuda a mejorar la condición. Existen en el mercado una serie de productos para la Incontinencia Urinaria que permiten que el adulto mayor realice ejercicio de forma cómoda y sin ningún riesgo de escape”, indicó Elena Arias, fisioterapeuta de la marca TENA®.

La incontinencia urinaria es lo que comúnmente conocemos como pérdida de orina, escapes involuntarios o salida de orina involuntaria. Los escapes pueden producirse por diferentes situaciones y para ello podemos clasificar los tres tipos más básicos de incontinencia urinaria en:

  1. La de Esfuerzo: al estornudar, reír, saltar, realizar algún esfuerzo como el ejercicio físico o levantar peso.
  2. La de Urgencia: se da un deseo de orinar con urgencia que se acompaña inmediatamente de la perdida de orina.
  3. Por Rebosamiento: algo obstruye la salida de la orina (prostatitis, cálculos renales, tumoraciones, etc) y no permite que la vejiga se vacíe por completo, el paciente pierde orina por goteos que se puede presentar después de orinar.

La IU no es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades, como daños neurológicos, alteración de los músculos del suelo pélvico o secuelas del embarazo, cáncer, prostatitis, etc. Se puede presentar en niños, mujeres y hombres sin importar la edad, sin embargo, es más común en mujeres después del embarazo y en adultos mayores (hombres y mujeres).

¿Qué beneficios específicos puede traer la actividad física en adultos mayores?

Para la fisioterapeuta Elena Arias, practicar actividad física de manera regular promueve una mejor autoestima, regula el sueño, la digestión, permite mantener la movilidad articular, la capacidad cognitiva y, en general mejora la calidad de vida.

La OMS señala que la actividad física para el adulto mayor consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (pueden ser paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales, tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados.

“La recomendación es realizar ejercicios que permitan la conciencia corporal,  coordinación dinámica general, capacidad de realizar tareas duales, estructuración temporal y rítmica y relajación. Es importante que quien vive o comparte con el adulto mayor le permita realizar sus tareas diarias por cuenta propia, ya que esto suma como un ejercicio, claro está siempre con las precauciones pertinentes y sin exponerlos”, concluyó Arias.

Tips para la práctica de actividad física en adultos mayores:

Algunas de las actividades recomendadas son:

  • Desplazamientos (caminatas – unos 20 a 30 minutos diarios -)
  • Actividades en casa como subir y bajar escaleras.
  • Juegos, deportes o ejercicios programados como bailar o nadar u otras rutinas de ejercicio supervisadas por un profesional del deporte o la salud, de preferencia con experiencia en el abordaje del adulto mayor.