Redacción-El virus de la cuchara, (TYLCV Tomato yellow leaf curl virus) por sus siglas en inglés, amenaza a alrededor de mil agricultores dedicados a la producción de tomate en el país.

Esta agresiva enfermedad reduce drásticamente la productividad de los cultivos y está presente en todo el país, principalmente en el Valle Central, donde se concentra el 90% de la producción.

Con el propósito de ofrecer una respuesta a la problemática del sector tomatero, los investigadores de la Estación Experimental Fabio Baudrit Moreno (EEFBM) de la UCR trabajan para obtener un nuevo híbrido de tomate resistente al virus de la cuchara para el año 2020.

Para acelerar el proceso de mejora, que anteriormente duraba hasta quince años, incorporaron tres nuevas técnicas: marcadores moleculares (PCR) secuenciación de genomas y el genotipado masivo, las cuales permiten obtener un nuevo híbrido resistente a la enfermedad en un plazo mucho más corto.

La investigación está a cargo del fitomejorador Dr. Carlos Echandí Gurdián, quien trabajó por más de una década con métodos de mejoramiento convencional para desarrollar el primer híbrido de tomate 100% costarricense Prodigio F1 y el Dr. Walter Barrantes Santamaría, especialista en Biotecnología Vegetal con énfasis en Mejora Genética Molecular.

“Nos pusimos como meta producir el nuevo Prodigio pero resistente al virus, eso significa que hay que introgresar genes de resistencia. Carlos Echandi consiguió un material premejorado, que ya tiene ciertos genes de material comercial y genes de resistencia comprobados, con ésto iniciamos un programa de introgresión” detalló Barrantes.

Para obtener el nuevo Prodigo se realiza un programa de introgresión genética. Para ello, se utilizan los parentales del Prodigio F1, que posee características agronómicas excepcionales, y una línea de tomate silvestre que posee genes de resistencia al virus de la cuchara, que fue donada por el banco de Centro Internacional de Germoplasma ubicado en Taiwán (AVRDC).

 

A la fecha los investigadores ya han realizado un primer retrocruce entre ambos materiales, y han comprobado, mediante análisis de ADN, que los genes de resistencia se expresan en forma dominante en algunas plantas. Esto también se evidenció en los ensayos de campo donde han observado plantas que al ser expuestas a la enfermedad no presentan síntomas.

El nuevo híbrido que resulte de este proceso tendrá un gran potencial comercial, no solo será resistente al virus de la cuchara sino que, al igual que su progenitor el Prodigio F1, estará mejor adaptado a las condiciones del país y también será resistente a enfermedad de la marchitez bacterial que es un problema muy serio en el país.