Redacción – Científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) crearon un antídoto contra el letal veneno de la serpiente mamba negra, el cual neutraliza la sustancia que ocasiona el fallecimiento de una persona en menos de 20 minutos.

El Instituto Clodomiro Picado (ICP) ha destacado de manera internacional por incentivar acciones globales contra el envenenamiento, esto ante la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El antídoto

El producto se encuentra en su etapa experimental y consiste en un panel de anticuerpos humanos específicos contra las dendrotoxinas de la Dendroaspis polylepis o mamba negra.

Los científicos ticos descubrieron que el elemento mencionado anteriormente contribuye a la toxicidad de dicha especie, por lo que diseñaron un fármaco.

«La tecnología del ADN recombinante introduce una molécula de ADN artificial que codifica genes de inmunoglobulinas humanas (anticuerpos), en un microorganismo para que este produzca la defensa. En este caso, sería contra las dendrotoxinas del veneno de la mamba. Tal tecnología ya existía, pero nunca antes se había aplicado para generar inmunoglobulinas 100% humanas en la producción de antivenenos. Al demostrarse que es posible, se abre las puertas para crear antivenenos que sean mejor asimilados por el organismo», informó la UCR.

Avance histórico

El avancerepresenta un hito histórico a nivel científico. Los antivenenos que se producen actualmente provienen del plasma de animales hiperinmunizados –inmunidad mayor a lo normal– y su formulación, si bien logra anular el envenenamiento de manera efectiva, al ser de origen animal puede provocar algunas reacciones alérgicas en las personas.

«La elaboración de este prototipo constituye el primer intento que se hace en el planeta en cuanto al uso de anticuerpos humanos, a fin de combatir el envenenamiento por mordeduras de serpientes, y promete ser más compatible con el organismo y tener menor probabilidad de reacciones perjudiciales», destacó la UCR.

La creación fue liderada por una empresa de Inglaterra llamada Iontas, la cual se dedica a descubrir y optimizar anticuerpos humanos para el desarrollo de medicamentos, y la Universidad Técnica de Dinamarca, que brindó sus conocimientos especializados para caracterizar los venenos, junto con investigadores instituto.

En el caso del ICP, su aporte se basó en en el análisis de proteínas del veneno de la mamba, en el reconocimiento de las principales toxinas de este veneno y en las pruebas de capacidad de neutralización de los anticuerpos recombinantes.

De acuerdo con los expertos, ya el potencial antídoto fue probado en ratones con resultados positivos. Los roedores con el anticuerpo lograron estar protegidos de los efectos perjudiciales que origina la dendrotoxina de la mamba negra. No obstante, todavía faltan más investigaciones para asegurar su eficacia y calidad antes de ser usado directamente en las personas.

«Este es apenas un paso preliminar, falta mucho para poder tener un antiveneno «humano» que neutralice por completo este veneno de mamba. Lo importante aquí es que, por primera vez, se produce a nivel experimental un antiveneno 100% humano a partir de la tecnología de ADN recombinante. Eso es lo significativo del avance, un paso inicial que marca la cancha para seguir trabajando», afirmó José María Gutiérrez, investigador del ICP y participante del prototipo.

Por parte del ICP, también participaron en el estudio Bruno Lomonte y Ana Silvia Arias.

¿A quiénes beneficiaría?

La eventual solución de este nuevo tipo de antiveneno beneficiaría con creces la salud de quienes sufren este padecimiento considerado por la OMS como una enfermedad tropical desatendida; es decir, entre los padecimientos de mayor impacto para la salud mundial.

En la actualidad, las personas más afectadas por el envenenamiento son aquellas que viven en zonas tropicales de alta vulnerabilidad social y económica. Se calcula que cada año cerca de 2 millones de personas son víctimas de esta enfermedad.

De la cifra anterior, más de 100 mil muertes ocurren y casi 400 mil víctimas quedan con secuelas permanentes como amputaciones.

El paso siguiente

El siguiente paso de los científicos es generar nuevas defenses contra otras toxinas de este veneno, de manera que en el futuro se cree un «coctel» –mezcla– de anticuerpos capaz de neutralizar en su totalidad la toxina de la mamba.

Si se logra lo anterior, se podría trabajar con otros venenos. Eventualmente, se plantearía la posibilidad de que un antiveneno de este tipo, una vez efectuadas las evaluaciones preclínicas, sea evaluado mediante ensayos clínicos en hospitales de África.

Por el momento, el instituto continuará vigilando estos desarrollos de cerca y se enfocará en aprender de la nueva tecnología de ADN recombinante. El único objetivo es poder desarrollar antivenenos de este tipo también en Costa Rica, en beneficio de la población costarricense.