Fotografía con fines ilustrativos.

Redacción- Docentes capacitados en educación para la inclusividad, un cambio cultural y social sobre  la concepción que existe entorno a la manera en que estudiantes con discapacidad aprenden, son solo dos, de los muchos temas que debe resolver el sistema educativo costarricense.

Según el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis), estos son los problemas más graves que enfrenta la población estudiantil con discapacidad, aunado a las limitaciones en cuanto a la inaccesibilidad física en los centros educativos y a el empeño del sistema en segregar a este colectivo  a partir de «capacidades», un ejemplo claro, son las aulas integradas a las que solo asisten niños bajo esta condición, una medida que atenta contra los derechos establecidos dentro de la Convención sobre los Derechos de este grupo.

De acuerdo con un estudio realizado por el Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial (CNREE), hoy Conapdis, la atención total que recibe la población con discapacidad entre 12 y 18 años en secundaria es muy baja en cantones como: Zarcero, Turrubares, Atenas, Belén y los Chiles.

Dato revelador, en el sentido de que muestra que son las zonas rurales las que presentan menores porcentajes de asistencia de alumnos con discapacidad a los centros educativos.

Factores como la pobreza, insuficiencia de servicios públicos, inaccesibilidad de los entornos y vías públicas, son parte de las limitaciones que enfrenta esta población en estos territorios y que impiden que este colectivo pueda participar de dinámicas sociales, económicas y educativas, como lo es la asistencia a la educación.

Otro de los problemas que vive esta población tiene que ver con la baja cantidad de estudiantes con discapacidad que logran graduarse de quinto año, situación que responde a la falta de centros educativos y entornos comunitarios inclusivos, según autoridades del Conapdis.

«No es el resultado de la existencia de alguna deficiencia corporal que pueda presentar un niño, niña o adolescente o persona adulta.

Hay personas con discapacidad que, en estas circunstancias, logran avanzar a niveles superiores de educación y se desempeñan en diversos campos del quehacer laboral y social», indicaron las autoridades de la Dirección Ejecutiva de esta entidad.