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Redacción- Siete personas fueron detenidas la mañana de este miércoles como sospechosos de un millonario robo y el asesinato de un estadounidense en Tamarindo de Santa Cruz, en Guanacaste.

Las diligencias de investigación se llevaron a cabo, por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en diferentes zonas de Guanacaste y San José.

Entre los detenidos figuran tres hermanos, un primo y una empleada doméstica, quien habría filtrado la información de la víctima para el robo. Además fueron detenidos otros dos hombres.

Los sospechosos fueron identificados como tres hombres apellidados Renderos Sánchez y tres más: Cabrera Rosales, González Rodríguez y Renderos Bolaños, mientras que la trabajadora de la familia es de apellidos Merlo Álvarez.

De las detenciones cinco se realizaron en San José, ellos serán trasladados hasta la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz, donde, junto con Cabrera y Merlo, se les tomará la declaración indagatoria.

Posterior a eso, la Fiscalía los pondrá a la orden del Juzgado Penal de la zona para la respectiva solicitud de medidas cautelares.

Hechos investigados

De acuerdo con la Fiscalía,  Merlo habría entregado información los imputados, quienes habrían ideado un plan para robar en la casa de las víctimas, un matrimonio norteamericano que vivía en Villa Alegre de Tamarindo.

El robo se habría perpetrado un 1 de abril del 2015, a las 7:00 p.m., cuando los hombres ingresaron a la vivienda y, al parecer, amenazaron a las víctimas con armas blancas y les pidieron el dinero.

Lo sustraído sería un monto de $32.000 que recibió como donación el matrimonio, pues tenían una fundación para ayudar a personas necesitadas de la zona.

Con el fin de buscar el dinero, los sospechosos habrían amenazado, golpeado y amarrado a las víctimas con cables eléctricos y un cinturón.

Según la investigación, además del dinero, los imputados sustrajeron dos teléfonos celulares, una computadora, un ipad y joyas. Al salir de la casa, golpearon una vez más al ofendido, quien, seis días después del asalto, murió producto de un severo trauma craneal.

La Fiscalía Adjunta de Santa Cruz calificó los hechos con los delitos de robo agravado y homicidio calificado.