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  • Fabricio Alvarado propuso la devaluación del colón

Redacción – El actual presidente de la República, Carlos Alvarado, prometió durante su campaña electoral que buscaría llegar a una estabilidad del colón en el tipo de cambio por medio de un sistema de flotación actual. A pocos días de cumplir seis meses de estar en el poder, Alvarado no ha logrado que el colón se mantenga con respecto al dólar y hoy, 1 de noviembre, llega a ¢629 en ventanillas.

Esta «promesa» la planteó Alvarado luego de que su contrincante, Fabricio Alvarado, afirmara que su estrategia para esta problemática era la devaluación del colón.

«Su equipo económico planteó llevar adelante una fuerte devaluación del colón como medida de su política económica. Nosotros queremos plantear que esa no es la ruta correcta para la economía costarricense, porque hay más de 500 mil personas endeudadas en dólares que se verían muy afectadas con esto. También hay que mencionar el impacto que esto tendría en el costo de muchos productos que consumen los costarricenses y que son importados», argumentó el entonces candidato presidencial por el Partido Acción Ciudadana (PAC).

Lo anterior lo dijo cuando su rival de campaña canceló el sexto debate, por lo que él decidió hacer una serie de vídeos debatiendo sus propuestas contra las de él.

Para el último día de octubre, un dólar costaba ¢630 colones y hoy, en algunos bancos privados, bajó a ¢617 como máximo, lo que trae una esperanza a quienes se han visto afectados.

Los servicios que se verían impactados con el aumento son los pagados por internet en esta divisa como Netflix o las compras en línea, así como los productos que se importan.

Además, afirmó que solicitaría mejoras desde la entidad financiera encargada, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para que no haya un alza mayor.

«Nuestra política, en cambio, buscaría tener una estabilidad del colón en su tipo de cambio utilizando el sistema de flotación actual del Banco Central y utilizando mejoras en la transparencia de las intervenciones de este banco en el tipo de cambio», propuso.

Estos fueron los argumentos que prometió en campaña y contradijo las propuestas de Fabricio Alvarado, pues afirmó que su política afectaría a miles de personas directamente a su bolsillo.

Esto no se ha visto reflejado durante los cinco meses y medio de la Administración Alvarado Quesada, donde el dólar alcanzó los ¢600 en ventanillas de diferentes entidades financieras el pasado 11 de octubre. Desde ahí, ha subido casi ¢30 y, de forma desventajosa, ¢17 en dos días.

Cabe destacar que el precio del dólar lo fija la oferta y la demanda por medio de una flotación administrada. Esto quiere decir que el BCCR puede entrar a intervenir, a comprar o a vender los dólares, lo que garantiza una estabilidad en el tipo de cambio pero depende de las reservas de moneda extranjera, pero, aunque hayan informado que están fuertes en las reservas, puede ser que esta baje.

«Estas fluctuaciones que hemos visto en los últimos días son típicas, hay muchísima demanda en el asunto de los dólares porque vienen las vacaciones, porque la gente tiene expectativas de que seguirá subiendo, por los créditos y la importación, así como los pagos de los bonos del gobierno que vencen en estos meses también», explicó la economista Laura Sánchez.

Lo anterior quiere decir que Alvarado sí utiliza el sistema que dijo en campaña, pero eso no quiere decir que no existan fluctuaciones en las cifras del tipo de cambio, entonces, lo que sucede es que el presidente cumple con continuar bajo este sistema de flotación administrada pero da falsas expectativas de mantener el tipo de cambio estable, pues siempre va a subir o bajar.

Por su parte, la propuesta del fundador de Nueva República representa una desventaja competitiva si se diera tal y como él lo planteó.

«El problema es que ahorita la región está devaluando mucho sus monedas, entonces nos deja a nosotros, si la estamos apreciando, nos deja en una desventaja competitiva. Cuando el tipo de cambio está aumentando mucho pierden los importadores y, por ende, nosotros los consumidores. Los que ganan son los exportadores», dijo Sánchez.

«Cuando hablan con la filosofía de devaluar, lo que quieren es darle más la competitividad, hablan de que nuestros productos sean más caros entonces nos sea más factible consumir nuestros productos que no los importados. Ahorita, cuando el tipo de cambio está más bajo, es más fácil y más barato comprar afuera que comprar acá», destacó la economista.

Ahora que el militante del PAC es presidente, en teoría no tiene la potestad para intervenir con respecto al tipo de cambio -a no ser que implemente ciertas normativas pero es externo a lo que realiza actualmente-, por lo que al único que le compete es al BCCR para fijar los límites con respecto a los tipos de cambio.

1 COMENTARIO

  1. El título induce a error y distorsiona la cuestión, pese a que en la nota se explica mejor la dinámica de la paridad de las monedas: no está en manos del Presidente y está comprometido, como lo dijo en campaña, con la política de flotación que viene de años atrás. Fabricio sí es proclive, según lo que prometió, a aumentar la devaluación para regocijo de los exportadores (una minoría) y perjuicio para el grueso de la población

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