Fotografía con fines ilustrativos.

Redacción- Aunque los llamados Millennials, aquellos nacidos entre 1986-1999, presentan un nivel de escolaridad alto y un buen manejo de un segundo idioma con respecto a generaciones pasadas, como los grupos nacidos en el primer baby boom (1951-61), en la  generación X (1963-73) o en el segundo baby boom (1975-85), estos jóvenes son quienes actualmente enfrentan las condiciones más adversas en cuanto a empleo se refiere.

Según el último Informe del Estado de la Educación 2018,  a pesar de que históricamente las personas más jóvenes siempre tienen una tasa de desempleo más alta, esta ha venido aumentado de forma acelerada.

La tasa de desempleo promedio actual de los Millennials a los 20 años es de 18%, mientras que el grupo del segundo baby boom a esa misma edad tenía una tasa promedio de 13%, y la generación X de 9%. Esto evidencia que las generaciones más jóvenes enfrentan condiciones más desfavorables que las que vivieron sus antecesores a la misma edad.

En el 2017, se estimó que solo 3 de cada 10 jóvenes de esta generación se encontraban insertados en el mundo laboral. Asimismo, este grupo representaba un 61% de la población desempleada del país.

Casi una tercera parte de estos jóvenes no está asegurada ni cotiza para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Además, el ingreso de quienes trabajan, es muy  bajo. Según el Informe, las razones de esta condición se deben a la falta de experiencia que poseen los Millennials con respecto a las generaciones pasadas, además, de  la escasa generación de oportunidades.

Esa falta de oferta laboral responde, a su vez, a la desaceleración de la economía. Una situación que se ha venido agravando con el pasar del tiempo y que es aún más crítica por la crisis fiscal que enfrenta el país.

La tendencia a la baja en el consumo de productos por parte de la ciudadanía, la falta de inversión y reducción de las exportaciones, son algunos de los factores que han contribuido a la disminución en la generación de empleos.

«El consumo de los hogares es uno de los principales componentes que mueve el crecimiento de la economía, entonces, si las personas están dejando de consumir tanto, eso se traduce en menor ventas para las empresas, y por lo tanto, van a contratar a menos personas.

Los sectores más vulnerables por esta pérdida en la generación de puestos de trabajo, son los jóvenes, las mujeres, personas con baja calificación y personas que trabajan en microempresas», indicó Pamela Jimenez Fontana, investigadora del Estado de la Nación.

Ante este panorama, afirma Jimenez, los jóvenes enfrentan el desafío de sobrepasar la gran limitación que representa para su desarrollo personal, la falta de oportunidades laborales.

Y es que esta situación no afecta solamente a esta población de manera directa, es un problema que preocupa al Gobierno, pues, indicó Jimenez, «es complicado que este grupo de la población esté poco conectada con el sector formal de la economía por que eso se traduce en que no están aportando la seguridad social, no tanto por que no quieren, sino por el comportamiento de la economía».

La mayoría de los Millennials que actualmente laboran, se colocan en puestos de trabajo informales, comercio, sector privado y microempresas, según dicta el Informe.