Fotografía con fines ilustrativos.

Redacción- La llegada de un nuevo ser al mundo es en definitiva un evento digno de celebrar y aún más, cuando se trata de un recién nacido prematuro.

Y es que estos pequeños merecen el aplauso de todo un país; es por ello, que el Hospital San Juan de Dios celebra con bombos y platillos el Día Mundial del Prematuro.

Un bebé prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación, situación que implica un riesgo para su salud e incluso su propia vida.

Las complicaciones que estos puedan presentar a nivel de su salud va a depender del tiempo en que estos nazcan, así como el desarrollo en la maduración de sus órganos.

Mientras más temprano nazcan, el riesgo de sufrir complicaciones aumenta. Estas, a su vez, pueden afectar su desarrollo en edades futuras.

Es por ello que, el San Juan de Dios trabaja para sacarlos adelante y ayudarlos a desarrollarse como cualquier otro individuo.

«La idea es disminuir la discapacidades de los bebés, mientras más pequeños más riesgo de tenerlas», señaló Roberto Araya, jefe de Neonatología.

El Departamento de Neonatología del San Juan de Dios ha logrado aumentar, en los últimos tres años, la esperanza de vida de prematuros que nacen con un peso menor de hasta mil gramos, en un 70%.

Durante este año, se presentaron dos casos de madres con una condición médica delicada, que puso en riesgo la salud de sus pequeños, por lo que estos nacieron de manera prematura. Pese a esa condición, los bebés llegaron al mundo de manera exitosa y ya ambos, incluso, se encuentran en sus hogares.

Uno de los casos que atiende actualmente el centro hospitalario es el de la niña Nicole, quien nació a las 24 semanas de gestación, con un peso de 740 gramos y una talla de 33 cm.

Desde hace dos meses y 20 días permanece internada en la Unidad de Neonatología del San Juan de Dios.