Redacción- La equidad de género, la probidad en la función y la independencia judicial son los temas fundamentales que marcarán la labor que hoy inicia la magistrada de la Sala de Casación Penal, Patricia Solano Castro como Vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia.

Su designación en el cargo tuvo lugar en la sesión de Corte Plena de este lunes 21 de enero, con un total de 21 votos a favor.

“Trabajaré con absoluta probidad y responsabilidad, en coordinación permanente con el señor Presidente, magistradas y magistrados.  He servido a este Poder de la República con todas mis fuerzas, con todo mi conocimiento y ahora con toda mi experiencia”, puntualizó Solano Castro.

La Vicepresidenta de la Corte destacó que dentro de su agenda de trabajo, está el impulso de la equidad de género y el fortalecimiento de los valores fundamentales de transparencia, probidad y eficiencia en los servicios públicos.

Señaló su compromiso de trabajar en los proyectos que impulsa la Presidencia de la Corte y seguir los esfuerzos por garantizar al país un Poder Judicial transparente y democrático.

“Mis esfuerzos estarán dirigidos siempre a fortalecer la independencia judicial como garantía, de que este país tenga la democracia de la que todos nos sentimos orgullosos y fortalecer la institucionalidad”,  afirmó la jerarca judicial.

 

Solano Castro postuló su nombre al cargo, luego de un concenso entre las magistradas propietarias y suplentes que integran Corte Plena, ante la responsabilidad asumida por Corte Plena de garantizar la paridad de género en los máximos cargos.

La Vicepresidenta de la Corte tiene una carrera de 30 años en la judicatura. Es Licenciada en Derecho y Notariado de la Universidad de Costa Rica, cuenta con Estudios de Pos Grado de la Universidad Nacional en la Especialidad de Administración de Justicia en Derecho Penal. Enfoque Socio-Jurídico.  Además es egresada de la Maestría de Administración de Justicia de la UNA.

Durante el período de 1998 al 2017 asumió como Jueza del Tribunal Penal de Primer Circuito Judicial de San José,  hasta su jubilación en ese último año.

Sus funciones en la Judicatura iniciaron en 1988 como jueza penal en Cañas.  A partir de allí, laboró en el Juzgado de Instrucción de San Ramón y Cañas y en la Alcaldía  Mixta de Cañas.

También se desempeñó como jueza mixta de Pruiscal, ocupó el cargo en los Juzgados Penales de Puntarenas y Alajuela.  A partir de 1997, ejerció como Jueza Superior en el Tribunal Superior Segundo Penal de San José.

Asumió labores como magistrada de la Sala de Casación Penal en noviembre del 2018, cuando fue designada por la Asamblea Legislativa.