• Mutaciones de plagas ponen en riesgo la productividad de las cosechas

Redacción-Agroquímicos de nueva generación y con moléculas  mejoradas son utilizados en todo el mundo, e incluso en Centroamérica menos en Costa  Rica, donde los agricultores llevan más de 15 años en espera del registro de estas nuevas tecnologías para mejorar sus cosechas.

Las presiones ambientalistas han impedido el registro de nuevos agroquímicos, esta situación coloca en desventaja a los exportadores nacionales cuya productividad es más baja al no poder prevenir adecuadamente las plagas.

“La nueva generación de agroquímicos está amparada por gran cantidad de estudios realizados en Europa, Estados Unidos y Japón durante más de 20 años. Es más eficiente y al requerir menor dosis de producto es más amigable con el ambiente. Si confiamos en la tecnología para uso médico, la inteligencia artificial, los vehículos y demás, es importante también incorporar estos adelantos en materia agrícola para ser más competitivos y no empobrecer al agricultor costarricense”, expresó Álvaro Sáenz, vocero de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA).

Además, el cambio climático incrementa la presencia de insectos perjudiciales para los cultivos. Por cada grado de aumento de la temperatura se perderán por plagas de insectos entre el 10% y el 25% de cultivos como el arroz y maíz, según un estudio publicado en agosto de 2018 por la revista Science de Nueva York. Costa Rica, por ser un país tropical con temperaturas altas y fuertes lluvias es susceptible a la aparición de numerosas plagas.

El cultivo del café es un claro ejemplo, en enero del 2019 se descubrió que en el país podría existir una mutación de Roya más compleja que estaría rompiendo la tolerancia dela especie recomendada a los cafetaleros para evitar la presencia del hongo. La variedadCR-95 tuvo durante 34 años la característica de ser tolerante a las razas de Roya qué existían según el Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE).

Ya en marzo del 2018 el hongo afectaba casi la mitad de las 30.000 hectáreas de café sembrado en Pérez Zeledón, Coto Brus y Turrialba. Estos lugares producen 515.000fanegas de los 1,8 millones que genera el país.