Redacción- La ansiedad por separación se define como una preocupación y temor intensos de estar separado de las figuras de cuido y protección del niño: madre-padre-cuidador.

Si los síntomas de la ansiedad o temor a ser separados de los miembros de su familia duran por un periodo de al menos 4 semanas serian considerados un trastorno de ansiedad por separación.

La psicóloga infantil Laura Halabi menciona algunos consejos y síntomas de ansiedad en niños por separación al ingreso de clases

Los niños con trastorno de ansiedad por separación presentan al menos tres de los siguientes síntomas (CIE-10. Clasificación de los Trastornos Mentales y del Comportamiento):

  1. Preocupación injustificada y persistente por posibles daños que pudieran acaecer a personas significativas, temor a su pérdida o miedo a la muerte de las mismas.
  2. Preocupación injustificada y persistente a que un acontecimiento fatal le separe de una persona significativa.
  3. Desagrado o rechazo persistente de ir al centro educativo por temor a la separación.
  4. Dificultad para separarse por la noche, manifestado por cualquiera de los siguientes:
    1. Desagrado o rechazo persistentes a irse a la cama sin la cercanía de una persona significativa.
    2. Levantarse frecuentemente durante las noches para comprobar o para dormir cerca de la persona significativa.
    3. Desagrado o rechazo persistentes a dormir fuera de casa.
  5. Temor inadecuado y persistente a estar solo o sin la persona significativa en casa durante el día.
  6. Pesadillas reiteradas sobre temas relacionados a la separación.
  7. Síntomas somáticos reiterados (nauseas, dolor abdominal, cefalea o vomito) en situaciones que implican la separación de la persona significativa
  8. Malestar excesivo y recurrente antes, durante o inmediatamente después de la separación de una figura significativa (manifestado por ansiedad, llanto, rabietas, rechazo persistente a salir de casa, necesidad excesiva de hablar con las figuras significativas o deseo de que vuelvan a casa, tristeza, apatía o asilamiento social)

Estos consejos pueden ayudar a los niños y a sus padres a atravesar este difícil período:

    1. Planifique el momento. Intente planificar y organizar el momento en que llevará su hijo a un centro educativo o guardería. Trate de no separarse de su hijo cuando él esté cansado, tenga hambre o esté inquieto. De ser posible, programe el momento de sus salidas para después de las siestas o de las comidas de su hijo.
    2. La importancia de practicar. Haga prácticas con su hijo sobre estar separados el uno del otro, y vaya presentándole, poco a poco, personas y lugares nuevos. Si su hijo va a empezar a ir a una nueva guardería o centro educativo, visiten el lugar juntos varias veces antes de dejarlo allí durante el horario completo.
    3. Mantenga la calma y sea coherente. Cree un ritual de despedida, donde puede decirle «adiós» de forma agradable y cariñosa, pero también con firmeza. Mantenga la calma y trasmita que confía en su hijo. Asegúrele que va a volver y explíquele cuánto tardará en regresar utilizando conceptos que su hijo pueda entender (por ejemplo, después de comer).
    4. Cumpla sus promesas. Es importante que se asegure de regresar cuando haya prometido hacerlo. Esto es fundamental; así, su hijo desarrollará la confianza de que puede sobrellevar ese tiempo de separación.

Aunque la ansiedad de separación es perfectamente normal en el desarrollo de un niño, puede ser muy angustiante para los padres. La edad exacta a la que aparece la ansiedad de separación puede variar de un niño a otro. Algunos niños pueden presentarla más adelante, entre los 18 meses y los 2½ años de edad.

Hay algunos niños que nunca la llegan a experimentar. Y hay otros para quienes algunos acontecimientos vitales estresantes pueden desencadenar sentimientos de ansiedad con respecto a separarse de sus padres: un nuevo cuidador o un cambio en la forma de cuidarlos, el nacimiento de un hermano, un cambio de domicilio o dificultades en casa.

Si los síntomas ansiosos persisten durante más de 4 semanas y ya se han implementado los apoyos necesarios dentro del centro educativo es entonces buen momento para buscar ayuda de un profesional.

Los docentes pueden apoyar a los padres intentando distraer al niño con una actividad o juguete, o con canciones, juegos o cualquier otra cosa divertida. Puede que tenga que seguir probando varias cosas hasta encontrar algo que capte la atención del niño.

Trate de no mencionar al padre ni a la madre del niño, pero responda a sus preguntas de forma clara y directa. Podría decirle: «Mamá y papá volverán luego de que pase el almuerzo, o luego de la siesta. ¡Juguemos con estos juguetes tan divertidos!»