Redacción- La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes logró la condena de 60 años de Miguel Arley Acuña, quien fue declarado culpable de cometer el delito de trata de personas con fines de explotación laboral.
Por las reglas del concurso material, la pena fue readecuada por el Tribunal Penal del III Circuito Judicial de San José a 45 años de prisión.
La Fiscalía demostró que, desde marzo hasta el 15 de setiembre del 2017, en el cantón San José, Arley se dedicó a captar hombres y mujeres en situación de vulnerabilidad, tales como: condición de indigencia, problemas de adicción y estatus migratorio irregular, en las inmediaciones del sector conocido como zona roja en San José.
El Ministerio Público comprobó que, bajo engaño, les hizo que creer que les darían trabajo y les pagaría por ello, de esta manera los desplazó hasta su casa, ubicada en Desamparados.
La prueba aportada durante el juicio reveló que, dentro de la vivienda, el imputado los retuvo contra su voluntad y mediante el uso de amenazas, así como violencia física y emocional, los sometía a explotación, específicamente, según la acusación, los obligaba a realizar trabajos forzados, obteniendo con ello un beneficio patrimonial antijurídico.
Arley captó a tres hombres y una mujer, a quienes, mediante golpes en diferentes partes del cuerpo y amenazas, les mantenía encerrados, las obligaba a trabajar en labores construcción y domésticas, de manera continua, sin descanso, y casi siempre sin recibir alimentación.
Con la finalidad de que soportaran la explotación laboral, les daba dosis de clorhidrato de cocaína base de crack.
Las víctimas permanecieron en “cautiverio” por un tiempo aproximado de 26 días, hasta que una de ellas logró escapar y denunció los hechos en el Organismo de Investigación Judicial.