Redacción- El fenómeno de El Niño golpea con fuerza este 2019 y a tres meses de arrancar el año, los productores de frijol en la Zona Norte ya están sufriendo las consecuencias.

El Fenómeno del Niño es el calentamiento inusual de las aguas del océano Pacífico en la franja ecuatorial del planeta. Genera cambios importantes no solo en el mar, también en la atmósfera y eso junto a otros factores propios de cada zona provoca efectos que pueden ser de sequía o de lluvias fuertes.

El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó que, no está lloviendo lo que se tenía previsto y en temas agropecuarios causa fuertes impactos en la producción y seguridad alimentaria de muchas familias.

Según Mauricio Corrales, Gerente de Compras de Frijoles Don Pedro, la falta de agua es una de las principales causas de preocupación para los productores de arroz y frijoles, principalmente para este año, en el cual la intensidad de los racionamientos del líquido vital ha sido mayor.

“Si bien hay estrategias a nivel de agro para sobrellevar la sequía en alguna medida, el resto de la población también lucha con los racionamientos de agua para las actividades cotidianas, incluyendo el sector comercial. Hoy más que nunca se destruye la tesis de que el agua es inagotable. Por esta razón, en la empresa desarrollamos proyectos con grupos de agricultores, entre ellos comunidades indígenas donde se apoya la siembras amigables con el ambiente con métodos artesanales milenarios como el frijol tapado”, explicó Corrales.

Corrales agregó, que el frijol es la legumbre más utilizada en la cocina costarricense y además es una importante fuente de proteína, fibra y otros nutrientes, sin embargo, su consumo ha disminuido considerablemente. Años atrás, el tico consumía en promedio, 50 gramos de frijol por día, pero actualmente, su consumo ronda los 25  gramos.

Los productores externan su preocupación tomando en cuenta que de esta actividad dependen muchas familias en zonas rurales.

En el caso del frijol, existen fincas donde no germina ni una sola planta y han quedado con pérdida total. Es un cultivo que cuesta proteger cuando no hay agua en los primeros estadíos, la zona de los Chiles ha sido la más afectada.