• Son detonantes de desequilibrios emocionales

Redacción- Las presas, sin duda alguna, son el dolor de cabeza de muchos ticos.

No solamente está el hecho de que estas significan, en muchas ocasiones, una llegada tardía al trabajo, escuela, colegio, universidad, cita en un centro médico, entre otros destinos; sino también, un estrés emocional que en algunas oportunidades y dependiendo de cada persona, llega a apoderarse de los ticos con el riesgo de generar, incluso, discusiones o violencia entre conductores.

En el país se han registrado casos de enfrentamientos entre conductores, quienes entre gritos y golpes, pierden noción de sus actos; todo esto, provocado por el estrés que les genera las presas.

El especialista en psicología, Wayner Guillén, considera que las presas son detonantes generadores de desequilibrios emocionales. Según Guillén, los problemas que en muchas ocasiones enfrentan las personas en su diario vivir, sean económicos, familiares o personales, combinado con el estrés generado por las presas, provoca que no exista una autoregulacion de las emociones, lo cual lleva a los individuos a reaccionar de manera violenta.

«La calidad de vida, los niveles de etrés influyen.  Sufrir una, dos, tres horas en una presa, donde vas tarde, sabiendo que tienes que rendir en un trabajo, eso hace que si una persona no se autoregula, pues sucedan este tipo de cosas», expresó Guillén.

El experto en psicología considera que educar a la población en el tema de las emociones debe ser abordado desde edades tempranas, lo que no se hace actualmente en el país; por ello, insiste en la importancia de que el Ministerio de Educación Pública (MEP) se enfoque en brindar herramientas a las personas para que desarrollen habilidades sociales como la empatía en sus relaciones con los demás, entre otras.