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  • Gran parte de la recarga del agua dulce disponible en Costa Rica está determinada por la precipitación.

Redacción- La Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua – ALADYR – se mostró preocupada respecto al estado actual de los sistemas de agua potable de Costa Rica y la necesidad de optimizar estructuras y estrategias que contrarresten los desafíos del cambio climático.

“Hay países que cuentan con vastas fuentes de agua dulce, ellos tienen un margen más amplio para prepararse ante los retos que plantean el acelerado crecimiento poblacional, el avance de la economía regional y sobre todo el cambio climático. Este podría no ser el caso de Costa Rica”, dijo Juan Miguel Pinto, presidente de ALADYR.

Gran parte de la recarga del agua dulce disponible en Costa Rica está determinada por la  precipitación. Esto hace que el servicio sea sensible a los cambios estacionales, causando cortes de hasta 12 horas diarias en temporadas de sequía.

A esta realidad se debe sumar que, de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, para el 2050 las precipitaciones podrían descender hasta un 48% en el centro del país. 30 años nos parecen lejanos pero ALADYR considera que los planes de contingencia deben surgir desde ahora, puesto que el descenso de las precipitaciones es un proceso paulatino que día a día va empeorando.

A los efectos del cambio climático la institución añade que los reportes del Banco Central indican que el índice de agua potable no registrada supera el 50% en los sistemas de distribución, es decir que el 50% del servicio no es facturado y por ende hay un déficit relevante en cuanto al presupuesto para la reinversión en sistemas de acceso, alcantarillado y saneamiento.

Según la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos en algunas zonas hay pérdidas del líquido de hasta un 64% por fugas, defectos en medidores y tomas ilegales; a su vez el último informe del Estado de la Nación arrojó que sólo 15% del alcantarillado cuenta con saneamiento.

Aunque varias instituciones estatales ya tienen programas vigentes para mejora de la cobertura del servicio de alcantarillado y para la reducción del agua no contabilizada, aún queda mucho trabajo por hacer. Incluso existe un reto muy importante para los operadores de los servicios de agua y saneamiento, el cual consiste en generar un cambio cultural en la población para un mejor uso del agua.

La asociación enfatiza que Costa Rica debe asumir a gran escala la adopción de tecnologías de reúso de agua para aprovechar cada gota de este recurso. Adicionalmente, debe integrar la desalación como una alternativa más, capaz de subsanar el limitado acceso al agua potable en algunas zonas. “Escapa de nuestro poder controlar las precipitaciones, por ende, éstas no pueden ser garantes de la continuidad del servicio”, declaró el presidente de ALADYR, recalcando que el tratamiento de los efluentes debe ser urgente.

ALADYR realizará en San José de Costa Rica un Seminario el 09 y 10 de julio con el propósito de integrar al sector público y privado de cara a las experiencias más exitosas en Desalación, Reúso y Tratamiento de Agua y Efluentes de Latinoamérica y el mundo, con la intención de acercar el conocimiento oportuno a este maravillo país y ser parte de la solución.