Este es el mal llamado río Sucio, que nace en las faldas del volcán Irazú y desemboca en el Caribe Norte. Sus aguas son doradas por microorganismos.
  • Grupo de exploradores se dedica a documentar las maravillosas cataratas que ocultan las montañas de Costa Rica

Redacción – Tomar fotografías se volvió más que una pasión para Javier Elizondo, un joven arquitecto amante de explorar las cataratas en el país. Junto con dos amigos, forman un equipo para encontrar y documentar zonas escondidas y sumamente atractivas que son desconocidas en Costa Rica.

Una de esas zonas, son los inicios del mal llamado río Sucio, que nace en las faldas del Volcán Irazú, cruza los cerros del Parque Braulio Carrillo y desemboca en el Caribe. Sus aguas son increíblemente, doradas, no sucias.

La idea de descubrir estos paradisíacos lugares nació luego de presenciar un acto atroz por parte de cazadores. Decidieron que, a través de una documentación profesional, esas personas podrían convertirse en guías turísticos una vez que esos lugares fueran dados a conocer.

Elizondo es arquitecto de profesión, pero su pasión es explorar y evidenciar a estos rincones escondidos a lo largo y ancho del país.


AMPrensa.com entrevistó a Elizondo, uno de estos exploradores. Para ver la entrevista, haga click aquí.


El fotógrafo destaca que estos lugares, al ser alejados, solo hay actividad de cacería, por lo que ellos pretenden darle justicia a estas zonas y tomar las mágicas imágenes.

«Tristemente, las únicas personas que llegan a estos puntos, son cazadores», afirmó Elizondo.

Felipe Alfaro y Esteban Quesada también viajan junto a Elizondo para «mochilear» en diferentes sitios costarricenses, llenos de verde y con cascadas que pocos conocen.

Además de ser amantes a la fotografía, son expertos, porque investigan todo lo necesario y se preparan para todos estos trayectos.

Otro dato curioso es que hay algunas cataratas, que ellos fotografían, que no tienen nombre ni están registradas. Es decir, ellos tienen la oportunidad de conocer lugares de los cuales no existe documentación alguna.

Para llegar a una de las cascadas del Río Caliente, estos jóvenes duraron tres días en llegar. Para llegar a la base de esta, deben subir con equipos especiales para escalar.

El río Dorado

Parte de las sorpresas encontradas por estos exploradores es parte del Río Sucio que ellos denominan «Río Dorado» por la intensidad de los colores del agua, la cual asemeja un color dorado.

«Este río no es sucio, es totalmente lo contrario. Es limpio, lo único que tiene es millones de microorganismos que le dan esa tonalidad. Si le llamáramos Río Dorado, muchísimos turistas vendrían a visitarlo. Sucio está el Tárcoles o el Virilla», comentó Elizondo.

Los exploradores tuvieron que esperar a que el río bajara un 50% de su nivel del agua para que ellos pudieran hacer el recorrido con mayor seguridad y pudieran pasar por estas zonas poco concurridas.

Incluso, Elizondo comenta que el color es tan intenso que tiñe la ropa y la piel de este dorado, por lo que es muy impresionante lo que ellos vivieron en el sitio.

Los jóvenes tienen ya un libro que se encuentra en preventa donde plasma todas las increíbles fotografías que tomaron por un tiempo determinado.

La página web www.cataratasyleyendas.com es la que tendrá el libro con un costo de $50 a la espera de que lleguen los ejemplares al país. En el blog también tendrán las impresionantes imágenes.

Vea aquí la galería:

El paraíso tico en fotos