• Después de ver a alguien bostezar la probabilidad de hacerlo aumenta seis veces, según estudio

Redacción-  Bostezar es abrir involuntariamente la boca y realizar una inhalación profunda y prolongada de aire, esto se hace con mayor frecuencia cuando usted está cansado o tiene sueño, sin embargo, muchas personas se preguntas si es contagioso o no.

Es importante saber que no solo los humanos botezan, hay muchas otras especies que lo hacen, desde los elefantes hasta algunos peces.

Un equipo de expertos en comportamiento cognitivo en primates de la Universidad de Pisa dirigido por la italiana Elisabetta Palagi expresaron que está investigando dos especies de lemures en Madagascar, y ha descubierto una nueva causa para el bostezo: Ansiedad, debido a que los lemures bostezan cuando se sienten amenazados por un depredador.

Según esta hipótesis, el bostezo es algo así como el sistema de ventilación de nuestro procesador central. Nuestro cerebro consume hasta una tercera parte de las calorías que ingerimos, y ello se traduce en un incremento sustancial de la temperatura intracraneal.


LEA TAMBIÉN: Tica gana premio a “Mejor Corto de Animación” en importante festival internacional


Según un estudio realizado por la Universidad de Maryland después de ver a alguien bostezar la probabilidad de hacerlo aumenta seis veces.

Para los expertos, podría tratarse de un fenómeno llamado reflejo social, un comportamiento vinculado a neuronas espejo en el cerebro, donde los organismos imitan las acciones de otros.

También hay otros comportamientos que entran en esta categoría, como rascarse, cruzar las piernas y reírse.

Es común que los animales sociales, como los humanos, se copien entre sí para adaptarse a los comportamientos, especialmente cuando ese comportamiento es algo que podría ser útil para su supervivencia. Es por eso que algunas investigaciones se centran en si el bostezo contagioso está relacionado con la empatía o en nuestra capacidad para comprender y compartir lo que otras personas están sintiendo.

Científicos de la Universidad de Albany creen que bostezar sirve precisamente para refrigerar el cerebro, introduciendo de golpe aire frio que templa la sangre que circula por nuestra cavidad nasal y bucofaríngea. Esta inyección de aire frío permite al cerebro mantener el estado de alerta y un funcionamiento óptimo.

Un reciente estudio de la Universidad de Princeton apoya esta teoría en el sentido de que, al bostezar, la mandíbula mueve las membranas que protegen los senos nasales, contribuyendo a ventilar el cerebro. Los bostezos es que son contagiosísimos. Ver a otra persona bostezar basta para desencadenar el reflejo sin que podamos resistirnos.

Para Douglas Parham, científico y profesor asociado en el Departamento de Ciencias de la Comunicación y Trastornos de la Universidad Estatal de Wichita, un bostezo podría ser un tipo especial de respiración que acumula oxígeno rápidamente, mientras expulsa dióxido de carbono, incluso más que una respiración profunda.

Las causas pueden incluir: