- Para poder participar, las pequeñas y medianas empresas tuvieron como uno de los requisitos, ser propiedad o estar controladas en más de un 51% por mujeres.
Redacción- Helena Chavarría, María de los Ángeles Solís y Alejandra Montero, son tres mujeres emprendedoras que iniciaron sus negocios hace más de dos décadas y que hoy cuentan con empresas exitosas que facturan al año cientos de miles de dólares.
Helena Chavarría es dueña de la empresa Premio DMC, de turismo corporativo receptivo; María de los Ángeles Solís, brinda servicios de consultoría en arquitectura, ingeniería e interiorismo, en Norte Sur Arquitectos; y, Alejandra Montero, de Quetsa Internacional, está en la industria de lácteos, específicamente en la distribución de materias primas.
Ellas tres y otras 22 mujeres empresarias formaron parte del I Programa P&G de Desarrollo de Proveedoras, con el cual se busca dotar a las mujeres emprendedoras de herramientas para desarrollar sus estrategias y habilidades de negocios, para así poder llegar a ser parte de la cadena de valor de compañías transnacionales.
Las mujeres participantes representan empresas de diversos sectores como informática y software, arquitectura, paisajismo e interiorismo, alimentos y bebidas, turismo, comunicación, relaciones públicas, publicidad y mercadeo, construcción, diseño y fabricación de productos, consultorías, manufactura, agroindustria, por mencionar algunas.
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“En P&G aspiramos a crear un mundo mejor para todos, dentro y fuera de nuestra compañía, libre de prejuicios de género y con voz, representación y oportunidades equitativas para mujeres y hombres.
A través de este programa, buscamos ayudar a remover barreras y dar oportunidades económicas a las mujeres, para de esta forma promover su desarrollo y el de sus comunidades”, dijo Nicole Forbes, Gerente de Comunicaciones de P&G Costa Rica.
El programa se brinda en alianza con WeConnect International, organización que apoya el crecimiento de empresas de mujeres a través de su inclusión en cadenas de valor globales; trabajan con corporaciones para identificar, entrenar y certificar negocios propiedad de mujeres fuera de los Estados Unidos de América, de manera que tengan éxito en los mercados globales.
Los miembros corporativos globales de WeConnect International son empresas que en conjunto generan más de un trillón de dólares en poder de compra global.
“Iniciativas como estas, que se enfocan en la transferencia de conocimiento entre grandes corporaciones y empresarias de la red de WeConnect International, son esenciales para el empoderamiento económico de la mujer, pues facilitan el acceso de empresas pertenecientes y controladas por mujeres a las grandes cadenas de suministros globales, a través del perfeccionamiento de sus modelos de gestión empresarial”, afirmó Natalia Torres, vocera de la entidad.
Para participar en el I Programa P&G de Desarrollo de Proveedoras, las empresarias interesadas y que cumplían con los requisitos de representar a compañías legalmente constituidas, lideradas por mujeres y con disponibilidad para asistir a todas las clases, debieron inscribirse en una plataforma en línea.
El currículo del curso está formado por 10 módulos presenciales, impartidos por ejecutivos de P&G, así como por expertos externos; los temas abordados incluyen: estrategia de negocios, innovación, branding, tecnología, tendencias del mercado, optimización de procesos, acceso a capital e inversores y cadenas de valor globales y grandes comprados internacionales, entre otros.
“Está clase de espacios son muy poderosos. En cada sesión, los contenidos me permitieron ampliar mi perspectiva sobre mi empresa, la industria y mis productos para continuar desarrollándolos. Al mismo tiempo, una sale inspirada con los contenidos de los panelistas y de conocer las experiencias de las otras mujeres emprendedoras”, dijo Alejandra Montero.
Además de los requisitos mencionados, las 25 participantes fueron seleccionadas tomando en cuenta el potencial de crecimiento, así como la motivación y alineamiento con los contenidos y segmentos de mercado estratégicos identificados por P&G.
Esta fue la primera ocasión en la que el programa se lleva a cabo en Costa Rica; no obstante, ya ha sido realizado con éxito en India, Turquía, Nigeria, Reino Unido, México, China, algunos países de Suramérica y este año llegará también a Brasil. En total, el Programa P&G de Desarrollo de Proveedoras ha beneficiado a 200 empresarias en el mundo.
“Queremos motivar a más mujeres empresarias a participar en programas de capacitación para integrar las cadenas de suministro de compañías multinacionales; y, de igual forma, motivar a otras empresas a realizar programas similares de manera que juntos eliminemos barreras para las oportunidades económicas de las empresas lideradas por mujeres”, añadió Forbes.
Justificación del programa. Las mujeres representan el 85% de las decisiones de compra en el mundo; sin embargo, las empresas lideradas por mujeres son apenas el 1% de las compras que llevan a cabo las grandes compañías multinacionales.
Según el Reporte Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico de 2018, ECSEd-Prodem, entre los países que muestran las mejores condiciones para el emprendimiento, Costa Rica ocupa el puesto 41 y está en la franja media-baja.
Además, entre 2015 y 2018, nuestro en país amplió la brecha para emprendimiento debido a problemas de financiamiento, carencias culturales y de educación, así como a las condiciones de la demanda.
Y, según el Estudio de Emprendimiento y Género en América Latina, del INCAE Business School, “la discriminación de género en América Latina reduce considerablemente la participación efectiva de las mujeres en el desarrollo de nuevos negocios y, por lo tanto, condiciona las posibilidades de progreso profesional y limita las oportunidades de desarrollo para sus familias. Aún más grave, la inequidad impide que las mujeres contribuyan eficientemente al desarrollo empresarial de los países de la región”.
El estudio detalla que entre mayor sea la actividad emprendedora, mayor es el crecimiento económico y sus resultados indican que, para potenciar los emprendimientos de las mujeres se necesita desarrollo de programas más específicos de formación en negocios para emprendedoras y servicios de mentoría profesionales, así como mejores sistemas de financiación.