Foto: Fines ilustrativos.
  • Los lácteos ofrecen una mejoría en la cardiopatía isquémica y el infarto de miocardio 

Redacción-  Una enfermedad crónica es aquella que suele tardar un tiempo prolongado para el paciente y cuyo avance en el organismo es lento.

Para estas personas la buena alimentación y el seguimiento a detalle de su tratamiento es esencial para lograr un grado de mejoría o mantenimiento del padecimiento.


LEA TAMBIÉN: (Fotos) Karina Ramos participó en pasarela internacional «semidesnuda»


Entonces, ¿que papel juegan los lácteos en los diferentes pacientes de enfermedad crónica?

De acuerdo con una publicación de la revista norteamericana “Advances in Nutrition” del mes de mayo del 2019, los científicos Ángel Gil catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y Rosa Mª Ortega catedrática de Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid, indican que:

 El consumo de productos lácteos en sujetos mayores puede reducir el riesgo de fragilidad y disminuir el riesgo de pérdida de masa muscular y fuerza.

 El consumo de lácteos se asocia con un riesgo reducido de desarrollar síndrome metabólico e incluso puede tener un efecto protector sutil.

 Los lácteos bajos en grasa y el yogurt están asociados con un menor riesgo de diabetes mellitus tipo 2

 Los lácteos ofrecen una mejoría en la cardiopatía isquémica y el infarto de miocardio.

 Un consumo moderado de lácteos se asocia a un menor riesgo de cáncer colorrectal y vesical.

 Según la investigación el consumo de leche o productos lácteos no tiene un efecto inflamatorio en personas sanas, individuos con sobrepeso, obesos o individuos con otras anomalías metabólicas.

Finalmente, la leche y los lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen significativamente a cumplir con los requisitos nutricionales de proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B-12 y ácido pantoténico de cualquier persona que desee mantenerse saludable.

“Lo anterior junto con una alimentación balanceada que incluya cereales y harinas integrales, semillas, maíz, tubérculos y otros vegetales harinosos; vegetales y frutas frescas; alimentos de origen animal como la leche, el huevo y la carne; poca cantidad de azúcares y grasas.

Además un consumo adecuado de agua y la práctica de ejercicio físico, pueden generar buenos hábitos de vida y de esta forma prevenir enfermedades crónicas” indicó el Dr. Francisco Herrera Morales, nutricionista del área de Medical Marketing de Dos Pinos.