Le entregaron un ramo de girasoles
  • Afirma que si faltaba a la visita, le daban ganas de llorar

Redacción – Olga Aguilar González, una adulta mayor de 92 años, luego de criar a sus 12 hijos, se ha dedicado estos últimos 51 años a visitar y acompañar a los pacientes del Hospital San Carlos, por lo que recibió un homenaje como agradecimiento.

Quienes tuvieron la oportunidad de trabajar con ella afirman que recorría los pasillos del centro médico a paso lento, pero firme.

En todo este tiempo, Aguilar se ha dedicado a visitar enfermos, cuidarlos, alentarlos con sus palabras y hasta cobijarlos sin ningún tipo interés.


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“Alegría es lo que me da, porque durante todo el tiempo que hice el bien, no tuve ningún interés económico”, expresó la vecina de San Antonio de Ciudad Quesada.

A Olga le obsequiaron un arreglo de girasoles, pues representan la admiración y la buena fe. Además, le entregaron un certificado de reconocimiento.

“A Doña Olga le dimos girasoles porque estas flores simbolizan el amor puro, un corazón agradecido que no olvida y que expresan la fidelidad al prójimo, en este caso a los enfermos” destacó el director general, Edgar Carrillo Rojas.

“Me levantaba muy temprano a hacer el oficio de la casa para no tener atrasos y estar puntual a la hora de la visita en el hospital. Era la primera que llegaba y la última que salía, muchas veces me quedé hasta tres horas ayudando, por dicha mi esposo me apoyaba siempre y los funcionarios también” narró doña Olga.

Aguilar cuenta que inició esta aventura en el hospital viejo y, como había poco personal, se quedó y se encariñó con los pacientes y los empleados.

“Yo cobijaba a los enfermos que estaban descobijados, daba de comer a los que no lo hacían por sus propios medios y como me gusta hablar mucho les daba palabras de aliento».

Incluso, afirma que le daban ganas de llorar cuando no podía asistir al hospital, porque hasta se preocupaba por los pacientes. Destaca también que fueron muy pocos días los que no pudo asistir.

«Ahora casi no vengo porque me cuesta, pero cada vez que puedo escaparme lo hago”.

Trabajadores del hospital San Carlos aplauden la mística y el desprendimiento de la abuelita que muchos conocen en la Región Huetar Norte. Por ello, le hacen saber sentidos mensajes durante el homenaje.

“Día de la madre, Semana Santa, Navidad, Año Nuevo, no había día que faltara. A veces hacíamos fiestecitas y ella decía: Ya casi vuelvo, voy al hospital y regreso si quiere empiezan y yo me uno al rato” comentó Yadira Salas, hija de doña Olga.

Durante los 90 años de historia del hospital San Carlos no se registra ninguna participación tan activa como la de esta mujer.