• Fotos se han hecho virales
  • Animales y naturaleza es lo que predomina en las imágenes

Redacción – Los drones vinieron a evolucionar en el mundo visual. Ya sean fotografías o vídeos, permiten que las personas vean el día a día desde otro ángulo y eso se demuestra en los Drone Awards 2019, un evento que premia las mejores fotografías tomadas con estos dispositivos.

Fue la popularización de los drones el motivo por el cual Art Photo Travel Association lleva a cabo la segunda edición de los Drone Awards.

De acuerdo con La Vanguardia, la participación está abierta a fotografías y vídeos cuyas plataformas también incluyen aviones, helicópteros, vehículos aéreos no tripulados, globos, dirigibles, cohetes, cometas y paracaídas.

A este evento se presentaron 4 mil 500 imágenes de profesionales y aficionados de 107 países, divididas en siete categorías.

1. Imagen de los participantes en una clásica carrera de esquí de fondo. Jacek Deneka – premio al Fotógrafo del Año.

2. Figura perfecta de un ocho que también representa el símbolo del infinito. Marc Le Cornu – Ganador en la categoría de paisajes abstractos.

3. Espectacular campo en forma de corazón a modo de isla entre hectáreas de terreno cultivado. Jeremiasz Gadek – Ganadora en la categoría de espacios naturales.

4. Un grupo de mujeres lavando lirios de agua en Long, preparándolos para venderlos en el mercado. Khanh Phan – Ganadora en la categoría de personas.

5. Tomada en el lago Tahoe, en el estado norteamericano de California, después de una tormenta de nieve, ofrece una aparente tranquilidad plasmada por un esquiador solitario que cruza una pendiente cubierta de nieve. JoSon Lee – Ganador en la categoría de deportes.

6. Un grupo de focas cangrejeras descansando sobre el hielo de la península antártica entre una inmersión y otra, en busca de alimento. Florian Ledoux – Ganador en la categoría de vida salvaje.

7.  Vista aérea de la ciudad argelina de Beni Isguen, catalogada como patrimonio de la humanidad por la Unesco. George Steinmetz – Ganador en la categoría de espacios urbanos.

Fuente: La Vanguardia