Redacción- Y usted, ¿protege el ambiente? Esa es la pregunta que da nombre a la campaña informativa que desde hoy y hasta el 14 de noviembre circulará en las redes sociales del Ministerio Público.

Se trata de 13 mensajes que pretenden exponer algunas de las acciones delictivas más comunes en nuestro país, el daño que estas causan al ambiente y las consecuencias penales que la legislación establece para quienes cometen los delitos.

“La campaña es una iniciativa de la Fiscala General y acogida por la Fiscalía Ambiental, con la intención de hacer más transparente y accesible el ejercicio del poder de denuncia que tiene la ciudadanía en esta materia, de ahí que se brinden diversos mecanismos para denunciar. Por eso se exponen los delitos ambientales de mayor repercusión en Costa Rica, con un lenguaje sencillo y de fácil comprensión para el público, pero certero en cuanto a señalar las conductas delictivas más dañinas para el ambiente y que de ninguna manera deben ser toleradas”, explicó el fiscal adjunto ambiental, Luis Diego Hernández.

Entre los temas que se destacan está el mal manejo de los residuos, el cambio de uso de suelo del bosque y otras, como el ilícito negocio del tráfico de internacional de especies de nuestra flora y fauna.

La Fiscalía Ambiental recibe cada año entre 1.700 y 2.000 denuncias por aparentes delitos ambientales. Según Hernández, con esta campaña se pretende evidenciar que las personas que dañan el ambiente en Costa Rica lo están haciendo con alguna finalidad económica y trasladan a la colectividad los costos de un ambiente degradado.

“La idea es que la gente se identifique con el ambiente, que lo vea como un patrimonio, que no lo vea como algo ajeno cuyo daño no lo va a afectar; sino más bien que vean la naturaleza como un patrimonio de todas y todos que debemos proteger si queremos asegurar calidad de vida para sí y para las futuras generaciones”, manifestó.

De acuerdo con la Fiscalía, las infracciones a la Ley Forestal, específicamente los delitos de tala ilegal, son los más frecuentes en Costa Rica, con la consecuencia de que estos siempre están asociados a otro tipo de conductas de igual gravedad.