• Es la única marca registrada ante el Ministerio de Salud

Redacción – Por primera vez en Costa Rica, una marca de copa menstrual es registrada de forma sanitaria ante el Ministerio de Salud. Se trata de la copa Me Luna, una marca alemana que llegó hace cinco años al país y celebra que tiene todos los permisos de salud.

Ligia Ávila, encargada de Me Luna en Costa Rica, afirma que ha sido un proceso tedioso y largo, pero que se siente satisfecha.

«Parecía como si este producto viniera de otro planeta, porque nos pedían documentos inexistentes, porque no es un producto que se conocía en el país», destacó Ávila a AMPrensa.com.

Es esencial que las mujeres interesadas en adquirir la copa menstrual investiguen, pues debe tener el registro sanitario respectivo porque es un material que se introduce dentro de la cavidad vaginal y permanece por varias horas para recoger todos los rastros de sangre por el período femenino.

Ahora, las copas menstruales Me Luna pueden ser comercializadas en cualquier establecimiento del país.

La copa Me Luna, directamente con esta distribuidora, tiene un costo de $32.

«Estamos en el proceso de reuniones con comercios. El tema de adquirir una copa no es como llegar a comprar una blusa y listo, lleva más atención. Se debe dar la asesoría apropiada a la mujer. Me Luna tiene diferentes tallas porque todas las mujeres tenemos la vagina diferente, es importante que se sepa que no somos unitalla», destacó Ávila a este medio.

Sobre la copa menstrual Me Luna

La copa menstrual Me Luna puede tener de cinco a siete años de vida útil, dependiendo del cuido que el de la usuaria.

Se debe vaciar cada 8 horas y es importante esterilizarla con agua caliente -no hirviendo-. Además, la mujer debe lavarse las manos antes y después de manipularla.

Este producto puede ser utilizada por cualquier mujer, solo debe practicar y seguir las instrucciones, no tiene contraindicaciones específicas y se debe encontrar el tamaño adecuado.

Gracias a las copas menstruales, se contribuye a la reducción de desechos contaminantes. Por ejemplo, las mujeres utilizan unas 13 mil toallas sanitarias y tampones durante su vida fértil, lo que ocasiona toneladas de basura, pero con una Me Luna, cada mujer puede ahorrar altos costos mensuales en estos productos.

Entonces, ya no tendrán que gastar dinero mensual, sino invertir una vez cada 5-7 años en una copa que les será muy útil y contribuye a su bolsillo y al ambiente.

«Hay tres beneficios principales: es ecológica, se ahorra dinero por ser reutilizable y es cómoda y saludable para una mujer, pues la copa no se siente. Inclusive se puede dar una reconciliación con la menstruación. Cuando andamos con la toalla sanitaria y nos levantamos, sentimos la descarga de sangre. Con la copa no hay sensación de humedad porque la descarga cae directamente en la copa, no hay incomodidad en la parte de la vulva ni de los labios mayores», explicó Ávila, experta en la copa menstrual.

Cualquier empresa que desee registrar algún producto con estas características, debe cumplir con los requisitos establecidos en el Reglamento para el registro, clasificación, importación y control de equipo y material biomédico publicado bajo el Decreto Nº 34482-S.