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Redacción.   Durante esta temporada de fin de año se avecinan una serie de fiestas y gastos adicionales, entre ellas, el pago del marchamo, las vacaciones, las fiestas, los regalos, la cancelación de impuestos, entre otros.

Si bien es cierto, durante diciembre muchos costarricenses reciben más dinero gracias al pago de aguinaldos, excedentes, ahorros navideños, bonos, y otros; los consumidores deben ser precavidos para no gastar más de lo que se percibe y de esta manera,  tener una buena salud financiera.

“Una buena planificación de las finanzas es clave para que las personas dejen atrás la popular frase la plata no alcanza. Lo importante es empezar cuanto antes y esta época es clave para evitar la famosa cuesta de enero y empezar el año con el pie derecho”, recomendó Mariela Alvarado, directora de Depósitos e Inversiones de Scotiabank.

1-Planifique

Un buen planeamiento de las finanzas permite comprobar la verdadera situación económica de la persona, ayuda a determinar metas y objetivos y priorizar y establecer una estrategia para lograr los resultados deseados.

2-Tenga cuidado con los “gastos hormiga”

El pago de un parqueo, el café de media tarde, el helado después del almuerzo, pueden representar pequeños gastos que no se consideran en el presupuesto pero que, al final del día y a fin de mes, podrían ser egresos considerables y afectar la liquidez del consumidor.

3-Utilice de forma inteligente las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito, si se utilizan de manera responsable, ofrecen múltiples beneficios a los usuarios. Contrario a lo que muchos creen, en lugar de ser un dolor de cabeza, las tarjetas pueden convertirse en un aliado para las finanzas personales.

4-No olvide las fechas de corte y de pago

Las opciones para pagar en cuotas a 0% interés hasta 12 meses plazo, así, en lugar de cancelar el monto total de contado, el cliente puede pagarlo en tractos, sin pagar intereses.  El seguro de la tarjeta para evitar ser víctima de fraudes.

5- Inicie un plan de ahorro o inversión

Para tener una buena salud financiera, lo ideal es destinar entre un 10% y un 20% de los ingresos para ahorro o inversión. No obstante, si para la persona es imposible destinar este porcentaje, se recomienda empezar con montos más bajos.