- Califican de ineficiente la acción del OIJ
- Solo un caso ha sido elevado a juicio
Redacción – El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), desde su director Walter Espinoza, admite que no son eficientes para hacer cumplir la Ley de Bienestar Animal porque no cuentan con los suficientes recursos.
En una conferencia de prensa sobre esta ley, Espinoza explicó las diferentes aristas que tienen para hacer cumplir la ley, pero de primera entrada especificó que no son efectivos.
«La manera de aplicación de la ley, a nuestra manera de ver las cosas, no ha sido tan eficiente como quisiéramos», afirmó el director.
Además, resaltó que requieren de diferentes acciones para poder ser eficientes en el cumplimiento de esta normativa.
«Obviamente, para poder asumir estos casos de manera técnica, científica y profesional, de acuerdo con la ley, el OIJ y el sistema de administración de justicia requiere mucho soporte, mucho apoyo, condiciones, presupuesto, especialistas, técnicos y métodos de abordaje que le permitan ser efectivo, eficiente y certero. Por las condiciones en las que se aprobó la ley, el OIJ no ha logrado adquirir estas posibilidades», destacó Espinoza.
Tal y como lo reveló AMPrensa.com en noviembre de 2019, el OIJ debe pedir ayuda a veterinarios privados para atender los más de 200 casos que se dieron ese año.
Por otro lado, Espinoza indicó que el equipo del levantamiento de cadáveres humanos es el que también cumple la misma función para los cuerpos de los animales.
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El jerarca de esta institución destaca que las autopsias en animales -correctamente llamadas necropsias- deben ser realizadas por un experto veterinario y requieren otro tipo de características para realizarlas.
Además, una universidad privada les facilita una necropsia semanal gratuita para colaborarle a la institución.
«Tenemos también otra área de trabajo que se denomina muerte animal como consecuencia de una acción dolosa de un ser humano. Estos casos normalmente requieren una necropsia, aquí el OIJ requiere fortaleza, apoyo y condiciones que le permitan tener contacto con el cuerpo del animal, ejecutar los traslados, mantenerlo en condiciones adecuadas y practicar la necropsia», agregó el director.
Entonces, desde el organismo requieren de equipo humano y científico para poder sustentar, al pie de la letra, lo que establece la legislación; empero, no hay presupuesto.
«Nuevamente, por temas de carácter presupuestario y que no se previó esta circunstancia cuando se promulgó la ley, el OIJ no ha podido cumplir a cavalidad, el mandato legislativo».
Cuando hay un animal que sobrevivió a los maltratos, el OIJ debe presupuestar su alimento, espacio para su tenencia, la revisión veterinaria adecuada y demás detalles para su atención.
Peleas de perros y gallos: Una tortura histórica
Una problemática que es de las más comunes, pero de las más peligrosas para los animales, son las peleas entre ellos, donde sufren y agonizan hasta el momento de su muerte únicamente por diversión del ser humano.
Para estos casos, el OIJ trabaja en conjunto con el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
«El tercer grupo de hechos delictivos está denominado peleas de animales y usualmente hemos abordado peleas organizadas de gallos y de perros, en las que hemos hecho abordajes fundamentalmente con Senasa».
Cabe destacar que es el OIJ el que debe intervenir cuando hay casos de crueldad animal, mientras que Senasa debe prevenir y fiscalizar la salud de los animales.