Redacción– Suele estar presente en ambos ojos y por lo general de forma silenciosa, se trata del glaucoma, una enfermedad del nervio óptico de tipo multifactorial, en donde el riesgo más importante -aunque no el único-, es la presión intraocular elevada y que, sin el tratamiento adecuado, podría desencadenar ceguera permanente.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el 2020 la cifra de personas ciegas a causa del glaucoma es de 11 millones.

La Guía Latinoamericana de Glaucoma Primario de Ángulo Abierto, señala que la prevalencia en la región es de un 4.51%. Por lo que se estima que, en Costa Rica la cifra de pacientes con glaucoma podría rondar los 200 mil pacientes, -tomando como referencia el total de la población: 5.022.000 de habitantes-, y de ese total, más de la mitad podría desconocer que tiene la enfermedad.


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Por iniciativa de la Asociación Mundial de Glaucoma en conjunto con la Asociación Mundial de pacientes con Glaucoma, se realizó un consenso en el 2004, para diseñar estrategias con el objetivo fundamental de dar a conocer y sensibilizar sobre esta enfermedad.

Es así como se estableció el 12 de marzo como el Día Mundial del Glaucoma y desde el 2010, se amplió la celebración a una semana para generar un mayor impacto en la población.

Este año se llevará a cabo del 9 al 15 de marzo.

El médico oftalmólogo de la Clínica 20/20 y especialista en glaucoma, Luis Cedeño Ojeda, explica que, “normalmente dentro del ojo se produce un líquido llamado humor acuoso, que se encarga de brindar nutrientes a estructuras avasculares del ojo, como la córnea y el cristalino y debe existir un equilibrio entre la cantidad de este líquido que se produce y el que sale del ojo, pero en algunos pacientes la salida de este líquido se obstruye y provoca una elevación de la presión intraocular, dañando progresivamente el nervio óptico”.

¿Qué desencadena la elevación de la presión intraocular?

La presión intraocular elevada comprime de manera mecánica el nervio óptico, daña las fibras que conforman ese nervio y provoca que se pierda el campo visual.

“Es como si cortáramos el cable de electricidad de un televisor, y por mucho que tratemos de encenderlo, si el cable está roto, no podemos ver imagen. Incluso, usted podría padecerla y no saber que algo anda mal con su vista, pues la pérdida del campo visual se da de forma gradual”, agrega el doctor Cedeño.

El glaucoma es una enfermedad silenciosa, por lo general asintomática y es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo, es una enfermedad que no tiene cura, pero se puede controlar con el tratamiento adecuado.

Es por esta razón que la detección temprana es clave para evitar su avance y una eventual pérdida de la visión.