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Por: Dr. Leonidas Bonilla Carballo, especialista en Geriatría y Gerontología. 

Clínica Médica Calle Real, Centro Médico del Adulto Mayor.

  • Población con 65 años o más, padece al menos una enfermedad crónica. Lo cual los hace más susceptibles al virus

Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común, hasta enfermedades más graves. Como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Así también, el nuevo Coronavirus (COVID-19), notificado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) por primera vez el 31 de diciembre del 2019, en Wuhan (China), el cual tiene algunos comportamientos y características clínicas que pueden comprometer una de las poblaciones más vulnerables a nivel mundial: los adultos mayores.


La sintomatología descrita predominantemente para el COVID-19 es fiebre, tos y dificultad respiratoria, sin embargo, podríamos ver otros síntomas como fatiga, dolor de garganta, dolor de cuerpo, síntomas gastrointestinales como nauseas, vomito y diarrea. En el caso de un adulto mayor con comorbilidades podríamos llegar a ver manifestaciones atípicas y sus síntomas podrían ser poco específicos y presentarse como cuadros de confusión, cambios de conducta, delirios y alucinaciones.” 


En Costa Rica, contamos con un alto porcentaje de personas mayores. Según datos estadísticos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), durante el IV trimestre del 2019, nuestro país cuenta con un total de 850.767 adultos mayores, de los cuales 416.275 corresponden a masculinos y 434.492 a femeninas. 

El panorama es claro, debemos extremar las precauciones para proteger a esta vulnerable población. Principalmente si nos basamos en las recientes experiencias de países como China, España e Italia que nos indican precisamente la más alta mortalidad de este nuevo virus (COVID-19) en los adultos mayores. 

Análisis. Italia cuenta con una de las poblaciones más envejecidas de la Unión Europea. Según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadísticas de Italia (Istat), el país cuenta con una población de casi 14 millones de personas (62 millones de población total) por encima de los 65 años, es decir, el 22% de la población. La edad media de los italianos se sitúa en los 45.7 años. Ahora bien, de los casos contagiados por COVID-19 en Italia la media de edad corresponde a los 61 años, dichos números superan a China, cuyo promedio de edad de casos contagiados es de 50 años, por lo que han presentado una mortalidad menor. 

¿Pero es la edad el único factor de riesgo de la población por encima de los 60 años? Hay distintas patologías previas por valorar, entre ellas: la gran mayoría de afectados son portadores de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes mellitus, cardiopatías, asma, enfisema pulmonar y deterioro cognitivo -entre otras enfermedades- lo cual los presenta junto a la inmunosenescencia (deterioro gradual del sistema inmunologico provocado por el avance natural de la edad) más susceptibles, incrementando considerablemente la probabilidad de que la infección por COVID-19 pase de enfermedad leve a casos severos o críticos.

Porcentajes. Además, se ha logrado identificar la predominancia en aquellas personas hipertensas y masculinos, que tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad, pero el riesgo de complicación no exonera a ningún adulto mayor. Debemos considerar que a mayor edad, se aumentan los porcentajes de fatalidad de la enfermedad de la siguiente manera: 50-59 años 2%, 60-69 años 4%, 70-79 años 8% y mayores de 80 años 16%. 

La sintomatología descrita predominantemente para el COVID-19 es fiebre, tos y dificultad respiratoria, sin embargo, podríamos ver otros síntomas como fatiga, dolor de garganta, dolor de cuerpo, síntomas gastrointestinales como nauseas, vomito y diarrea. En el caso de un adulto mayor con varias enfermedades podríamos llegar a ver manifestaciones atípicas y sus síntomas podrían ser poco específicos y presentarse como cuadros de confusión, cambios de conducta, delirios y alucinaciones. 

Sin importar la edad, la población costarricense debe seguir las recomendaciones que nos indica la OMS y el Ministerio de Salud, en relación con el aislamiento, los hábitos de higiene (protocolo de tos y estornudo), lavado de manos al menos durante 20 segundos, junto a la desinfección cuidadosa de áreas comunes.

Por último, recordemos que a pesar de que el 80% de los pacientes se comportan como enfermedad leve a moderada, existe un 20% que, si cursan con enfermedad severa y/o crítica, y el principal factor de riesgo es la edad. Por lo tanto, debemos estar pendientes de aquellas personas adultas mayores, manteniéndolos alejados de posibles personas contagiadas. 

Cuidemos a nuestros adultos mayores. Mantengamos cubiertas sus necesidades básicas, debemos estar pendientes de asistirlos y velar porque se mantengan médicamente controlados de sus enfermedades crónicas. ¡Es momento de cuidarnos todos! Protegernos entre nosotros, y ayudar a las poblaciones más vulnerables, como lo son nuestros adultos mayores que nos han dado la Costa Rica que hoy en día tenemos. 

Fuentes: 

-Organización Mundial de la Salud (OMS)

-Instituto Nacional de Estadísticas y Censos

-Instituto Nacional de Estadísticas de Italia (Istat)

-CDC Weekly Rep, 2(8) 113-122

-Zhou F et al Lancet, March 09. 2020

-Zou et al N Engl J Med, 2020