Foto: Ángel Castillo.
  • Estos locales han tenido que tomar fuertes medidas

Redacción – Los dueños de restaurantes y sodas en Guanacaste viven momentos complicados a raíz de la crisis por causa del Covid-19.

En la provincia del «Uyuyuy Bajura» es el lugar favorito de muchos ticos y extranjeros para ir de vacaciones, pero ante el coronavirus todo ha cambiado.

Los empresarios dueños de restaurantes y sodas, han tenido que hacer malabares para pagarle el salario a sus empleados en estos días complicados.

La cantidad de clientes y turistas en la zona es muy poca, por lo que se la han ingeniado para salir adelante con sus respectivas obligaciones.


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Dos establecimientos ubicados en Abangares, viven días complicados y en una conversación con amprensa.com revelaron que la clientela ha bajado mucho.

La dueña del Restaurante Los Mangos, Floribeth Vázquez, señaló que no han cerrado porque le dan servicios a doctores y enfermeros de la clínica del cantón minero.

«El restaurante está trabajando a un 50% con todo el protocolo. Persona que entra, persona que entra a lavarse las manos y le ponemos alcohol en gel en la mesa. 

Se atienden dos personas por mesa. Más de 50% de la ventas han bajado. Pasan turistas, pero todos lo hacen porque van para el aeropuerto.

Todos nuestros clientes son muy conscientes. Nosotros no hemos tomado la oportunidad de cerrar el restaurante porque le damos servicio de alimentación a los miembros de la Clínica de Abangares. 

A los médicos, enfermeras y a los del Ministerio de Salud. Con ellos tenemos más contacto y nos mantienen muy al día con todos los protocolos». 

Foto: Cortesía.

El número de las ventas ha bajado a menos del 50%, por lo que buscan diferentes caminos para poder sanear un poco el impacto económico que han tenido.


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Por su parte, Zelmira Ruiz, dueña de Soda Donde Zelmi, reveló lo siguiente sobre la complicada situación que viven en su local comercial.

«Vivimos momentos difíciles y ya no sabemos que hacer. Yo he conversado con mi esposo y ahorita estamos haciendo el mayor esfuerzo para sostener el personal y pagarle a los agentes. Hay días que uno no hace ni para eso. 

En la última semana en promedio han llegado menos de 50 personas por día. Por mesa son dos personas y así guardar la distancia. Estamos esperanzados con la Semana Santa, pero si eso empeora sería muy complicado todo».

En caso de que la situación empeore, ambos establecimientos apostarían por el servicio express, con el fin de buscar una herramienta para salir adelante.