Redacción Una buena nutrición es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema inmune.

“Cuando nos detenemos a pensar en todo lo que hace este sistema por nuestro organismo es fácil darse cuenta porque lo necesitamos tanto”, expresó la especialista Susan Bowerman, Directora Sénior de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife Nutrition.

La especialista lo compara con un “pequeño ejército que protege al cuerpo al identificar cualquier cosa extraña -virus, bacterias o parásitos-, los encuentra y hace su mejor esfuerzo por destruirlos”.

A continuación, Bowerman nos explica qué características debe tener la alimentación de una persona que desee mejorar su sistema inmune. “Tu organismo depende de los nutrientes apropiados y un estilo de vida saludable para tener las defensas altas”.

Proteínas: El sistema inmune cuenta con células blancas las que actúan como “fuerzas especiales” que producen proteínas especializadas –anticuerpos- que buscan y destruyen los virus y bacterias.

Los anticuerpos son proteínas, por lo que se necesita que la dieta tenga las cantidades adecuadas de este elemento para producirlas.


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Las proteínas están formadas por aminoácidos; nueve de los cuales, denominados “aminoácidos esenciales”, deben incorporarse por medio de la alimentación ya que el cuerpo no puede producirlos.

Algunas buenas fuentes de éstas son el pescado, aves, carnes magras, huevos, legumbres, productos en base de soya y lácteos.

Las proteínas de origen animal poseen todos los aminoácidos esenciales en las proporciones adecuadas. En cambio, las proteínas de origen vegetal, salvo algunas excepciones, como la proteína de soya, deben combinarse para aportar todos los aminoácidos esenciales.

Frutas y verduras: Son elementos claves ya que proveen al organismo de distintas vitaminas y minerales que contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmune.

Entre ellos podemos encontrar a la vitamina A que apoya el bienestar de la piel y de los tejidos del tracto respiratorio y digestivo, que son la primera línea de defensa y la vitamina C que promueve la producción de anticuerpos, y otras como la vitamina D, folato, vitamina B6 y B12.

Las frutas y verduras también aportan fitonutrientes, sustancias bioactivas muy importantes dentro de una alimentación saludable ya que actúan como antioxidantes-.

Lácteos: Mantener el sistema digestivo en buen estado es importante para promover la función inmune.

Este sistema contiene trillones de bacterias que tienen numerosas funciones en la promoción de la salud. Algunas ayudan a digerir la fibra en los alimentos, mientras que otras producen ciertas vitaminas, como la vitamina K.

También cuando el organismo está poblado por estas bacterias “buenas” desplazan a las potencialmente peligrosas que buscan entrar al tracto digestivo.

Algunas de las mejores fuentes de las “bacterias amigables” son los productos lácteos
cultivados, como el yogurt normal o el de pajaritos.

Antes de probar cualquier cosa o alimento nuevo recuerda preguntarle a tu médico si apropiado para ti y sobre la cantidad que debes consumir.

Es importante destacar que algunas personas sufren condiciones de salud que afectan sus
defensas. La alimentación por sí sola no puede mejorar la función de un sistema inmunitario comprometido. Sin embargo, para personas saludables el comer bien puede ayudar a que el sistema inmune se mantenga sano y fuerte.