Álvaro Sáenz, nuevo presidente de la Uccaep. AMPrensa.com.

Redacción.    El presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Álvaro Sáenz, dijo que no debe existir una pelea entre el sector privado y los empleados públicos en medio de esta crisis sanitaria.

«O remamos juntos o nos hundimos juntos. Costa Rica espera que cada costarricense cumpla con su deber y lo más importante es no perder más empleos», destacó.

Por eso, pidió al Gobierno y a los diputados avanzar en cinco propuestas para poder avanzar como lo son la flexibilidad laboral o jornadas excepcionales, por sus ventajas en
mitigar el contagio del COVID-19.

Esto daría hay un día menos de  exposición, aplicar el teletrabajo,  flexibilidad de horarios y aprovechamiento pleno de la infraestructura vial.

Además, pagar las cargas sociales sobre el tiempo efectivamente laborado (base mínima contributiva).


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Hacer una suspensión parcial del contrato de trabajo, de manera temporal, para no tener que despedir personas, en vez de despedir 10, se  puede mantener a 20 con medio tiempo.

Emitir un reglamento de trabajador independiente y valorar la suspención de un mes de las cuotas obreras de la Caja  y en firme eliminar durante la emergencia toda multa e intereses por atraso en el pago de las cuotas patronales (no obrero), y no castigar a los patronos que no han podido pagar, designándolos como  morosos.

Agregó que «el enemigo de Costa Rica ahora es el miedo y la desinformación por eso se deben tomar todas las medidas sanitarias, para evitar que se propague el virus, pero también proteger a los trabajadores de un despido», destacó.

Para Enrique Egloff, presidente de la Uccaep, se deben establecer acuerdos patrono-trabajador refrendados por el Ministerio de Trabajo para que se puedan reducir las horas trabajadas y pagadas, durante el período que establezca el decreto.

Mediante trabajo conjunto entre CCSS e INS, no permitir que el pago de incapacidades por parte del INS sea trasladado a la póliza de riesgos de la empresa. Lo anterior, siempre y cuando estas incapacidades se deban al COVID-19.

Así como permitir la negociación de jornadas laborales flexibles, durante el período de crisis ocasionado por el COVID-19.