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Gerardo Vargas Rojas

Exdiputado


El “quédese en casa” es posible y sostenible solo para unos cuantos privilegiados, para el resto hay una realidad: hay que salir a producir para comer, creo que el tiempo de confinamiento debió haber sido utilizado por parte de nuestras autoridades para ir estratégicamente adelante de la enfermedad y no ir simplemente haciendo una contabilidad todos los días en una conferencia de prensa (nuevos enfermos, total de enfermos, curados, muertos…).

A pesar de las buenas voluntades y de hasta ahora los buenos resultados, lo cierto es que no hemos ido delante del virus; hemos sido reactivos, solo como ejemplo fue muy complicado lograr que se entendiera que era necesario suspender las clases en escuelas y colegios.

¿Cómo ponerse adelante de la enfermedad?

Yo hubiese esperado al menos lo siguiente:

– Planificación de un muestreo, utilizando pruebas rápidas para tener un panorama estadístico, para determinar porcentajes de población infectada y así prevenir (mediante aislamiento de asintomáticos) y tomar decisiones oportunamente.

– Muestreo, utilizando pruebas para tener un panorama estadístico de población que ha desarrollado anticuerpos, a efectos de determinar políticas públicas teniendo respaldo de la evolución de la realidad de la enfermedad en la población.

– Condicionamientos de salida para quienes necesiten hacerlo, cómo por ejemplo utilización de mascarillas en sitios públicos, transporte público o por parte de los mismos funcionarios públicos que han tenido que atender la emergencia (policías, personal de salud, oficiales de tránsito, etc)

– Una verdadera campaña de información y educación sobre el virus y cómo cuidarse del mismo.

– Una verdadera planificación estratégica de las actividades económicas que se van a ir abriendo, para lograr una reconección económica razonable, conforme los resultados estadísticos que se van teniendo, conforme el grado de cumplimiento de los condicionamientos hechos por las autoridades y conforme los avances que va teniendo las campañas informativas y educativas realizadas.

– Fiscalización y seguimiento de la ejecución de las actividades económicas que se van reconectando.

Todo esto sería mejor que simplemente un “quédese en casa, y si sale y se muere es su responsabilidad”.