• Según un nuevo informe de la FAO
  • El principal desafío a corto plazo es garantizar el acceso a los alimentos de la población que cumple con las medidas de seguridad sanitaria.

Redacción- La pandemia causada por el COVID-19 repercutirá en un incremento del hambre y la pobreza en los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), según un nuevo informe de la FAO.

El informe, creado a solicitud de la Presidencia Pro Témpore de México ante la CELAC, detalla una serie de recomendaciones para enfrentar la crisis.

“Es clave que los gobiernos declaren la alimentación y la agricultura como actividades estratégicas de interés público nacional, con apoyo de todos los órganos del Estado y de la población. Es esencial mantener vivo el sistema alimentario, para que la crisis sanitaria no se transforme en una crisis alimentaria”, explicó Julio Berdegue, Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Según la FAO, América Latina y el Caribe y los mercados internacionales tienen reservas suficientes para alimentar de forma adecuada a sus habitantes en los próximos meses.

El informe señala que el principal desafío en el corto plazo es garantizar el acceso a los alimentos de la población que está cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria, especialmente para quienes han perdido su fuente de ingresos.

La FAO señala que la región ha visto empeorar su seguridad alimentaria en los últimos años, y que la pandemia podrá́ impactar de forma especialmente severa a aquellos países que ya venían presentando una condición de inseguridad alimentaria.


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Medidas para enfrentar la crisis

Para enfrentar la reducción de la capacidad adquisitiva para acceder a los alimentos, la FAO recomienda reforzar los programas de apoyo nutricional para madres en edad fértil y niños menores de cinco años de edad, asegurar la alimentación escolar, expandir los programas de protección social y promover hábitos de consumo saludable.

Por garantizar la oferta de alimentos, la FAO recomienda facilitar el transporte y acceso económico a insumos productivos (semillas, fertilizantes, piensos, etc.) y a maquinaria e infraestructura.

Para mantener la disponibilidad de alimentos básicos, es clave mantener el funcionamiento de las explotaciones agropecuarias, con especial atención a la agricultura familiar campesina, pero sin excluir las de mayor tamaño.

Apoyar el transporte, procesamiento y envasado de productos agropecuarios y pesqueros, resolver problemas logísticos de las cadenas de valor alimentarias y garantizar la operación de los puntos de venta al por menor, mercados y supermercados, son medidas claves para mantener vivo el sistema alimentario regional.

El informe de la FAO para CELAC destaca la importancia de que los países desarrollen políticas comerciales y fiscales que mantengan abierto el comercio mundial, para evitar alteraciones en los precios domésticos o reducciones en la oferta de alimentos.

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