Redacción- Tras la llegada del COVID-19 han emergido una serie de circunstancias relacionadas con la alimentación que pueden afectar la salud pública.

La pandemia ha impulsado a las personas a cambiar sus hábitos y en el periodo de ajuste al teletrabajo es posible que algunos hayan alterado sus tiempos de alimentación, confronten dificultades para preparar sus propios alimentos, por falta de tiempo o pericia, o bien, recurran a la comida como alternativa inconsciente para aliviar emociones como la tristeza, la ansiedad, el estrés o la depresión.

“El aislamiento nos obliga a repensar nuestros hábitos de consumo, estamos entrando en una nueva dinámica de relaciones de convivencia en nuestros hogares, pero esta es una oportunidad para aprovechar e implementar mejores hábitos para mantener nuestro sistema inmunológico preparado para esta contingencia”. comentó la doctora Jery Villalobos, especialista en tema de obesidad y sobre peso y prescriptora de Pronokal Group Costa Rica.


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La Organización Mundial de la Salud, ha señalado que la obesidad y el sobrepeso pueden causar diabetes e hipertensión y que a su vez este es un factor de riesgo evidente frente al
coronavirus.

Frente a esta situación, la doctora Villalobos realiza una serie de recomendaciones para mejorar la salud, perder peso y mejorar el sistema inmunológico de forma que nuestro organismo esté preparado para combatir diferentes enfermedades:

1. Realizar actividad física: Este es uno de los elementos clave para fortalecer nuestro sistema inmunitario, no solo por su capacidad para generar músculo que aumenta la quema de grasa y favorece el control de peso por gasto energético, sino porque también aporta beneficios para nuestra mente.

Al estar realizando algún ejercicio, ya sea caminar o trotar se liberan hormonas como las endorfinas, que aumentan nuestra sensación de bienestar y motivación; condiciones esenciales para fortalecer nuestro sistema inmunitario.

2. Disminuir el estrés: El primer paso para manejar el estrés es reconocer la presencia del estrés en nuestra vida.

Identifique cuáles son las situaciones detonantes que le provocan el estrés y las señales, tales como el enojo, irritabilidad, falta de sueño, dolores de cabeza o malestar estomacal que la situación le produce. Diseñe rutinas diarias que le permitan manejar mejor el tiempo y busque espacios para distraer su mente del día a día.

3. Consumir vitaminas y minerales: Mantener una dieta balanceada y consumir alimentos saludables por sus valores nutricionales y de fibra es una práctica clave para fortalecer el sistema inmunológico.

Antes de ir de compras y para hacerlo de una manera consciente y eficiente, realice una lista de los productos que necesita adquirir y escoja alimentos versátiles que pueda preparar mediante diferentes recetas o bien, consulte a su médico sobre los suplementos nutricionales.

4. Tener una dieta con la cantidad de proteínas necesarias: Los alimentos con alto contenido proteínico, proporcionan aminoácidos que son indispensables para mantener el cuerpo sano.

Es importante que mantenga un consumo de proteínas adecuado para mantener las funciones vitales y reponer o sostener la masa muscular adecuada a su contextura. El Método PnK, por ejemplo, cuenta con una serie de alimentos ricos en proteína de alto valor
biológico (es decir, que el cuerpo la absorbe con mejor facilidad).

5. Resolver la lipoinflamación (inflamación de las células de grasa): El término
lipoinflamación hace referencia al proceso inflamatorio de las células que se produce en
el tejido adiposo, que es la grasa que está bajo nuestra piel y que es responsable en
parte del sobrepeso y la obesidad.

“Esta reducción del número de células inflamatorias, implica, a su vez, una reducción del riesgo de tener complicaciones al contraer alguna enfermedad, mejorando nuestro sistema inmunológico” finalizó la Dra.