Redacción Las nuevas reglas en tiempos de COVID-19 han provocado un enorme incremento en el uso del Internet y con ello también el riesgo ser víctima de programas maliciosos que pretenden robar datos personales o dañar los equipos de los usuarios.

Hay de todo tipo y pueden atacarlo de maneras distintas. Desde los que se hacen pasar por programas legítimos (trojans), pasando por “worms” que se reproducen automáticamente, hasta los que “secuestran” sus archivos con el fin de extorsionar al usuario a cambio de su liberación (ransomware).


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Por esta razón, los expertos recomiendan estar más atentos al contenido que reciban por correo electrónico, a los anuncios que aparecen en la red o a los mensajes de texto que puedan llegar a su teléfono o redes sociales.

Cristian Chinchilla, Gerente de Redes y Tecnología de Telecable recuerda que algunos ciberdelincuentes están aprovechando la alerta sanitaria por el COVID-19 para propagar o distribuir programas maliciosos.

Por ello alerta no dar clic a links sospechosos o con fuentes que parecen dudosas.

“Es importante evitar descargar videos, software o documentos de sitios sin una buena referencia, ni revelar información sensible como datos bancarios”, explicó Chinchilla.

Tipos comunes de Malware

Virus: se propaga por acciones (compartiendo archivos infectados, chats, entre otros)

Gusanos o Worms: se reproducen automáticamente y dañan equipos.

Root Kit: se esconde en los archivos raíz del ordenador.

Trojan: se disfraza como programa legítimo.

Spyware: software que permite a un usuario obtener información encubierta sobre las actividades informáticas de otra persona trasmitiendo datos de manera encubierta desde su disco duro. Monitorea las actividades.

Adware: software que muestra o descarga automáticamente material publicitario. Se difunde por servidores maliciosos.

Exploit Kit: caza vulnerabilidades de programas.

Ransomware: bloquea y “secuestra” archivos