Los divorcios se pueden hacer a los seis meses. AMPRensa.com.

Redaccion- La crisis sanitaria que ha suscitado el COVID-19 a nivel mundial ha traído consigo una gran cantidad de consecuencias para diferentes sectores como la educación, la economía y el empleo, que repercuten en gran magnitud a los costarricenses y sus familias.

Estos cambios sociales generados por el entorno actual están demandando a las familias y parejas cambios sustanciales y rápidos en su composición y organización interna, propiciando situaciones de conflicto y ruptura entre sus miembros.

Por esta razón, el Colegio de Profesionales en Orientación (CPO), con motivo de la Semana Nacional de la Familia, desarrolló algunas recomendaciones para sobrellevar esta emergencia.


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“La crisis a la que nos enfrentamos ha generado cambios rutinarios importantes en la vida de las y los costarricenses, cambios que, por su amplitud y rapidez, son generadores de
desorganización y estrés, por lo que las familias y parejas se ven a menudo atrapadas en una escalada de conflictos y crisis que las llevan a la angustia y a la ruptura”, explicó la Licda. Karen Álvarez Alvarado, profesional en Orientación en el área familiar y vocera del CPO.

Pese a que el distanciamiento en su momento pudo simbolizar una oportunidad para unificar más los núcleos familiares, la realidad mostró un panorama bastante alejado de la creencia original, pues muchas familias y parejas han tenido que afrontar procesos bastante complicados, como el aislamiento forzado, reducción de jornadas de trabajo y suspensión de contratos, sumado a la atención de hijas e hijos y las demás responsabilidades del hogar.

En la ciudad de Xi’an en China, debido a la gran cantidad de conflictos familiares, principalmente en pareja, las oficinas encargadas de la atención de los procesos de divorcio
se vieron obligadas a aplazar las citas hasta el mes de mayo ya que estas solicitudes agotaron el servicio de reserva durante los meses de marzo y abril.
Profesionales en Orientación brindan recomendaciones para hacer

En Costa Rica, del 14 al 17 de abril, cuatro juzgados registraron 70 solicitudes de divorcio
según la información que confirmó el Poder Judicial a un medio televisivo en nuestro país.

“Realmente nadie estaba preparado o capacitado para hacerle frente a una situación tan complicada como la actual. Son muchos factores negativos en muy poco tiempo que, si no se saben afrontar, pueden acarrear una serie de conflictos familiares que vendrán a complicar aún más la situación, esto a raíz del papel fundamental que tiene la familia en y para la sociedad”, añadió Álvarez.

Dentro de las principales recomendaciones se encuentran:
• Replantear cuáles son los valores familiares, qué es lo que los une como familia y por qué
es tan importante ese vínculo.
• Establecer las necesidades a nivel personal y familiar.
• Valorar la comunicación como elemento trascendental para darse a entender y entender al otro.
• Darle prioridad a acciones que destaquen los lados fuertes de las familias, por ejemplo, las actividades que se disfrutan en común.
• Es importante recordar que así como en las familias está el problema, también está la solución.
• Si aún haciendo estos cambios no se logra mejorar la dinámica familiar, entonces sería bueno considerar el apoyo de una persona profesional que ayude a formular una nueva visión de la realidad.

“Estas recomendaciones podrán ser un gran aporte para las familias y parejas, de tal manera que puedan afrontar la crisis de una forma más tranquila, resaltando las fortalezas propias con las que como familia se cuenta ante algún tipo de conflicto”, concluyó Álvarez.

La Orientación en el área familiar se define como el proceso educativo de ayuda e intervención a la familia con la finalidad de que esta pueda mejorar su función educativa, su dinámica funcional y la adaptación ante situaciones difíciles. Además, de que busca incidir en la mejora de la sociedad.

El Colegio de Profesionales en Orientación insta a que las familias y parejas tomen en consideración y apliquen estas recomendaciones para que la convivencia en el hogar no se vea afectada y, por ende, no se generen mayores problemas que repercutan el sentir y el estado de ánimo de otros familiares.