Redacción- De no aprobarse la medida de salvaguardia que desde el año pasado solicitó el sector cañero-azucarero al Gobierno, por el daño que causa el azúcar importado, desaparecerán los pequeños y medianos cañeros, y se perderán miles de empleos, sobre todo en la zona rural del país.

Así lo advirtieron los agricultores agrupados de la Federación de Cámaras de Productores de Caña (FEDECAÑA).

Según indicaron, como consecuencia de las importaciones de azúcar ya dejaron la actividad cañera 2.638 productores y también cerraron dos ingenios azucareros.

De acuerdo con sus estimaciones, ello representa una pérdida de empleo directo de 7.157 trabajos Por eso, hacen un llamado al Gobierno para que apruebe la solicitud de agregar un arancel adicional y temporal al azúcar importado.

“Estamos muy angustiados en todas las zonas cañeras: en Guanacaste, Turrialba, Juan Viñas, Pérez Zeledón, Grecia, San Carlos, Poás, San Ramón, Naranjo, Sarchí, Los Chiles, Puntarenas, Montes de Oro, y en todos los lugares donde se cultiva la caña, porque ya muchos compañeros han tenido que dejar de sembrar, dos ingenios cerraron y la situación se va a poner peor” dijo Heiner Bonilla Porras, agricultor de la zona de San Carlos y presidente de FEDECAÑA.

Agregó que, en medio de la emergencia nacional por la pandemia, la situación se torna más preocupante para los productores cañeros y el sector agrícola en general.

El sector cañero-azucarero costarricense está compuesto por 7.078 productores independientes, de los cuales, el 91.38% son pequeños, con fincas menores a 7 hectáreas.

Hay 12 ingenios azucareros y tres de ellos son cooperativas. La zafra anterior, 2.406 mujeres entregaron caña.