Redacción- Un equipo de investigadores de la Universidad de Oslo, dirigido por el profesor Michael Bretthauer demuestra que los gimnasios no representan riesgo de contagio del Covid-19.

«Nuestro ensayo no mostró transmisión de virus o aumento en la enfermedad del COVID-19 relacionada con la apertura de los gimnasios», dijo Bretthauer.


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La investigación, la primera de este tipo en Europa estudió a 3.764 personas con edades comprendidas entre 18 y 64 años, que no presentaban patologías relevantes para el COVID-19.

Se debe mencionar que las instalaciones se abrieron exclusivamente para el estudio, ya que Noruega todavía estaba confinada.

Las actividades disponibles en los gimnasios incluían servicios que los clubs normalmente proporcionarían, desde entrenamientos de suelo hasta clases grupales.

Las personas que visitaban el gimnasio tenían que cumplir con las normas de prevención del virus elaboradas por el Instituto Noruego de Salud Pública. Estos incluyeron distanciamiento social, higiene de manos y desinfectantes para limpiar el equipamiento de entrenamiento después de cada uso.

El personal del gimnasio también controlaba el acceso a los gimnasios, para garantizar medidas de distancia y evitar aglomeraciones.

Se debe resaltar que los vestuarios estaban abiertos, pero las duchas y saunas cerradas.

Después de dos semanas, el equipo de investigación evaluó a cada persona para el SARS-CoV-2 mediante un muestreo naso, orofaríngeo y de esputo autoadministrado.

A las personas se les realizó también una evaluación de enfermedades clínicas mediante la vinculación a registros electrónicos de pacientes después de tres semanas.

Las personas que asistieron al gimnasio el 81.8% entrenó al menos una vez y el 38.5% visitó un gimnasio seis veces o más.

Las 3.016 personas que devolvieron las pruebas de PCR de SARS-CoV-2, hubo una prueba positiva,pero, aunque la persona positiva era parte del «grupo de gimnasia», no había visitado el gimnasio antes de la prueba positiva y el rastreo de contactos encontró que en realidad había sido infectado en su lugar de trabajo.

Durante el estudio de tres semanas, no hubo visitas ambulatorias o ingresos hospitalarios debido la COVID-19 en ninguno de los grupos.

Es importante resaltar que los empleados que trabajaron en las instalaciones durante el período de prueba fueron analizados para detectar el virus y ninguno dio positivo.