• Doctor aprendió a hablar en Cabécar y da consultas en lengua materna de indígenas.

Redacción-En un rancho en Alto Telire de Talamanca, suele verse al doctor Alberto Barrantes Arias, y a su equipo de trabajo, promover la salud y ofrecer educación.

Pero Alberto va más allá de revisar a los pobladores indígenas, de firmar una receta médica o hacer apuntes en el expediente, este médico de San Ramón de Alajuela cambia su gabacha y estetoscopio por una bomba de fumigación para erradicar garrapatas, pulgas y niguas.

El médico tiene 37 años, estudió en Cuba, tiene diez años de trabajar con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y cinco de caminar hasta las partes más altas y de difícil acceso en Talamanca.

En estas travesías, vivencias y experiencias lo acompañan una enfermera, una promotora de salud, un compañero de redes, un ATAP y un técnico de farmacia.

 Los seis tienen cinco años de trabajar juntos en los puestos de visita periódica de Alta Talamanca, en las comunidades indígenas Cabécar, Piedra Mesa y Bajo Bley.

“Es una experiencia única por la lejanía del lugar, diferencias culturales, necesidades que hay, el traslado, conocer lugares del país que antes yo no imaginaba. En lo personal y profesional es muy enriquecedor por las condiciones que uno enfrenta; hay que coordinar las giras, promover el trabajo en equipo, enfrentar adversidades y resolverlas entre todos. Trabajar con poblaciones alejadas y personas humildes es muy gratificante” explicó el doctor Barrantes.

El equipo de trabajo liderado por el doctor Barrantes hace giras médicas cada dos meses, en promedio y permanecen internados en la montaña durante 15 días.

La logística y coordinación se empiezan a planear con dos semanas de anticipación, se hacen los pedidos de insumos médicos, de enfermería, medicamentos, vacunas, papelería, alimentación, productos de limpieza gasolina y aceite para el generador eléctrico y demás.

El traslado es vía aérea por la lejanía del lugar, caminando durarían alrededor de tres días. El día que inician cada la gira al doctor Barrantes y su equipo les toca madrugar y trasladarse hasta el punto de salida donde ellos mismos cargan los insumos, equipos, alimentación y otros.

Cuando el personal de salud llega a la comunidad debe limpiar las instalaciones, organizar los espacios de trabajo, verificar el buen funcionamiento de los equipos y poner a funcionar el generador eléctrico.

Algo que llama la atención es que el doctor Barrantes aprendió la lengua Cabécar y da las consultas en la lengua materna de los indígenas, esto le da más cercanía y confianza a los indígenas para describir sus situaciones de salud.

Él valora los problemas más comunes como enfermedades de piel, afecciones respiratorias, parásitos en los intestinos, picaduras de insectos, mordeduras de serpientes, anemia, desnutrición, control de embarazo, desarrollo, planificación familiar, y control de adulto mayor.