Foto: Diana Méndez para el ICT/AMPrensa.com

Redacción.   Un impacto muy fuerte golpeará al sector agropecuario durante este y el último trimestre del año, principalmente al café, banano y caña de azúcar, según aseguraron los especialistas de la Universidad Nacional ante las limitaciones de movilidad de migrantes por el Covid 19.

Guillermo Acuña, investigador del Instituto de Estudios en Poblaciones de la Universidad Nacional (Idespo), asegura que, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  el 12% del Producto Interno Bruto (PIB) es producido por fuerza de trabajo migrante.  


LEA MÁS: ¡Buena noticia cafetaleros! Aprueban ley para crear un fondo de sostenibilidad del sector


El café, por ejemplo, en cuanto inicie la cosecha va a tener un efecto importante porque mucha de lra es migrante, que viene y va”, explicó Leonardo Granados, coordinador de la Maestría en Gerencia de la Seguridad Alimentaria. 

Es por esta razón que sectores como el cafetalero esperan una baja del 70%- 65% de los cogedores de café a partir de agosto, dado que este es el porcentaje de trabajadores nicaragüenses que conforman esta fuerza laboral. 

En total, la actividad requiere de un aproximado de 70 mil personas cuando coincidan la recolección de las distintas zonas cafetaleras del país.

Por ejemplo, en la zona de los santos, se contabiliza que el resto de la población trabajadora de las cosechas del café la conforman un 30% los indígenas Ngöbe-Buglé y un 10% de costarricenses.  D

e modo que este año el Ministerio de Salud emitió los «Lineamientos generales para las fincas cafetaleras que contratan mano de obra migrante (Indígenas Ngöbe-Buglé) en el marco de la alerta por COVID-19», lo que garantiza el ingreso de los indígenas Ngöbe-Buglé para trabajar en la recolección del grano de oro, pero deberán pasar estrictos controles sanitarios.

Andrés Piefall, vocero de Coopedota, asegura que los productores, gobiernos locales, las cooperativas de la zona, el Ministerio de Agricultura y el ICAFÉ trabajan de la mano para desarrollar los protocolos que permitan asegurar la cosecha del grano. 

Esto, sin duda alguna, tiene un impacto también para los trabajos en otros campos como banano y caña de azúcar.