• Pablo Durán mide 1.80 centímetros
  • Su mamá cree que está desubicado

Redacción – Lourdes Borbón tiene 1 año y dos meses de vivir en una pesadilla, luego de que su hijo desapareciera sin dejar rastros.

Se trata de Pablo Durán Borbón, un joven de 27 años -desapareció cuando tenía 25 años- que se encontraba laborando en Sarapiquí. Ellos son vecinos de Pérez Zeledón.

Se desapareció el 2 de julio de 2019 y, desde entonces, no tienen noticias. La familia pudo poner la denuncia en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hasta dos días después, como lo establece el protocolo.

Mide 1.80 centímetros de estatura, tiene 27 años recién cumplidos y ha sido buscado por diferentes zonas del país. En su brazo izquierdo tiene un tatuaje de una línea cardíaca.

«Lo buscamos por lotes, en Guararí, por varios lugares. Yo me incapacité para buscarlo. Fuimos a todos los parques de Heredia», explicó la madre a este medio.

Durante su jornada laboral en Sarapiquí, presentó un quebrando de salud. Lo trasladaron al centro médico de la zona y desapareció luego de que lo medicaran.

Su mamá se iba a trasladar al centro médico cuando le dijeron que estaba enfermo, pero había manifestación de agricultores y estudiantes y no pudo llegar.

Para su búsqueda, incluso abrieron una página en Facebook llamada Buscamos a Pablo Durán.

«Está desubicado, él no sabe quién es»

Borbón cree que su hijo no se reconoce, ni sabe quién es, ni de dónde es. Esto porque en la clínica de Sarapiquí le diagnosticaron una psicosis aguda y su mamá cree que él está desubicado por su misma condición, según contó a AMPrensa.com.

Su mamá lo buscó en los centros psiquiátricos, pero tampoco tienen registro de su ingreso.

«Yo tomo antidepresivos. Duré días sin querer salir de la casa. Tengo que tomar pastillas para dormir. Cada día que pasa le doy gracias a Dios, pero le pido que ayude a mi muchacho. Yo no puedo comer porque pienso si él pasa hambre, si tiene frío, si tendrá zapatos…», comentó Borbón.

Indica que ella tiene la esperanza de que esté vivo porque ha recibido información de que lo han visto en diferentes partes de Heredia, pero dura más de una hora para trasladarse desde Pérez Zeledón y no logra ubicarlo.

Incluso afirma que no puede ir a todos los lugares donde le reportan que él está, porque ella es diabética, factor de riesgo ante el Covid-19.

También afirma que ha tenido que gastar mucho dinero en pasajes de bus y traslados a las diferentes zonas para buscar a su hijo.

Ella lo describe como un hombre responsable, inteligente y que se preocupaba por vestirse bien, «oler rico» y por su higiene personal.

Ahora, lo que le preocupa, es que esté en condición de indigencia por su psicosis. Borbón comentó además que su hijo, antes de su desaparición, decía incoherencias y que sentía que alguien lo perseguía.

«Él era muy aseado, usaba mis cremas, se lavaba mucho los dientes. Se vestía decente, pero ya no sé cómo andará… ¿sucio, lleno de pelo?», agregó la madre.

Borbón y su familia creen que él podría estar trabajando para alguien, porque algunos ciudadanos lo han visto vendiendo artículos por las calles.

«Si él no estuviera desubicado, podría decir de dónde es y que lo ayuden a regresar a la casa», aceveró la madre.

La pesadilla de esta familia parece no tener fin, porque al no haber indicios, las autoridades tampoco buscan, a menos de tener algún reporte que les permita dar con su paradero.

«Siento angustia, desesperación. Ya ha pasado mucho tiempo. Hasta me ha pasado por la cabeza el tema del tráfico de órganos, pero le pido a Dios que no sea así. Dios es el que me sostiene. Un día fui al hospital muy mal, muy mareada. Tengo muchas crisis de ansiedad», dijo.

Si usted tiene información de Pablo Durán, comuníquese a la línea confidencial del OIJ 800-8000-645.

Si quiere contactarse con la mamá del joven, Lourdes Borbón, para cualquier tipo de ayuda, puede llamarla al 8612-5655.

También puede colaborarles compartiendo las fotografías del joven, para que sea más fácil que otras personas lo reconozcan.