• Estafadores indican que la Caja va a desinfectar la casa del paciente

Redacción – La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) advierte a los usuarios por una estafa que puede robarle su dinero que tanto el ha costado durante esta etapa de crisis.

Según el jefe del Área de investigación y seguridad institucional, Gerardo León, indica que la estafa telefónica consiste en que el timador se hace pasar por funcionario de la Caja, le conversa sobre la situación de la persona en relación con exámenes del Covid-19, y luego aprovecha para obtener información bancaria y robarle el dinero.

La CCSS sí realiza el seguimiento médico de los pacientes con Covid-19, pero nunca piden información financiera.

La estafa funciona de la siguiente manera:

Enlace de falsa credibilidad

Las víctimas reciben una llamada donde el identificador del teléfono registra como realizada desde «CCSS central telefónica» o algún centro de salud.

Establecer confianza

El estafador se identifica como funcionario de la CCSS y le indica algo de su estado de salud.

A partir de esa premisa, le simulan una situación, inclusive les dicen a los asegurados que pueden realizar limpiezas de desinfección en sus hogares por parte de la CCSS, labores que no ejecuta la institución en los casas.

Captura de datos sensibles

Le dicen que deben llenar un formulario y le hacen preguntas para sonsacarle todo tipo de información de salud, más datos personales entre los que están los datos de las cuentas bancarias que evidentemente serán utilizados sin ningún tipo de pudor para suplantación de identidad y robo de dinero.

León explica que ese proceder está fuera del protocolo de atención institucional, pues en ningún caso se pide información bancaria por teléfono y «mucho menos se hace al mismo tiempo que se ofrece un servicio de salud».

Por lo anterior, las personas no deben caer en la trampa de dar datos financieros cuando están en una gestión médica.

El experto pide a la población que jamás facilite datos de riesgo como cuentas bancarias, datos de las tarjetas de crédito ni contraseñas, a personas que digan ser funcionarios institucionales.