Redacción- Gracias a la participación de actores del sector público, privado, Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) y cooperación internacional, Costa Rica contará con una alianza público-privada que busca fortalecer las actividades de conservación de los arrecifes de coral para la repoblación de estos ecosistemas en Bahía Culebra, en el Golfo de Papagayo.

Esta iniciativa, incluye la participación de varios actores para la identificación de los sitios de restauración de los arrecifes, la capacitación de organizaciones locales para la continuidad de las actividades de conservación y la instalación de viveros de coral en los sitios seleccionados para su posterior trasplante a arrecifes que requieren ser repoblados.


LEA TAMBIEN: Profesor prohíbe a una alumna amamantar a su bebé durante clase virtual


“Con esta iniciativa MINAE establece las bases para desarrollar procesos participativos que incluyen organizaciones sociales, comunidades, empresa privada, sector pesquero, ONG, universidades y gobierno, asumiendo la responsabilidad conjunta de recuperar nuestros arrecifes coralinos.

Con esto, garantizamos un océano más saludable que continúe brindando beneficios que han disminuido a causa de la muerte de nuestros corales. Estamos en una etapa inicial de la restauración coralina en el país, aún falta mucho por hacer sobre todo en investigación, pero éste es un primer paso muy importante.

De la salud del océano dependerá que podamos seguir pescando, mantener actividades de turismo en playas, y garantizar el sostenimiento de la enorme diversidad marina que nos beneficia de múltiples maneras,” detalló Haydée Rodríguez Romero, viceministra de Agua y Mares.

Estas acciones serán posibles gracias a una alianza público-privada que se implementa en el país desde el 2019 creada entre el Sistema de Áreas de Conservación (SINAC), el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica, Raising Coral de Costa Rica (RCCR), Península Papagayo y la Cooperación alemana para el desarrollo, GIZ, y que fue formalizada mediante un convenio de cooperación entre las partes.

“El trabajo durante el primer año de este proyecto se ha centrado en la prueba de diferentes técnicas para la siembra de corales, así como el monitoreo de su comportamiento y adaptación a los diferentes factores ambientales en la zona”, explicó Juan José Alvarado, investigador del CIMAR.

Gracias a esta alianza, actualmente existen más de 1000 corales de cuatro especies en crecimiento en distintos viveros creados y además se ha iniciado la intervención de casi 700 metros cuadrados de arrecife muerto en playa Blanca, en donde se espera sembrar unas 2500 colonias de coral.

 “La relación sostenida entre Península Papagayo, el CIMAR y SINAC durante más de 16 años, es un antecedente que ha facilitado la consolidación de esta alianza en favor de la jardinería de corales.

Un ecosistema restaurado proporciona una experiencia turística más plena, donde también exista un desborde de especies de interés comercial hacia los puntos de pesca, y promueva la educación ambiental marina de la zona; acciones que sin duda forman parte de nuestra estrategia de sostenibilidad y de las que nos enorgullece ser parte”, manifestó Manuel Ardón, director de operaciones de Península Papagayo.

El Golfo de Papagayo, fue seleccionado para la implementación de estas acciones debido a su importancia para el país por la diversidad y cantidad de corales, por la abundancia de peces y de otros organismos marinos de valor comercial, que lo hacían una zona muy atractiva para el buceo recreativo y además una fuente de ingresos para la población local.

Sin embargo, en los últimos 20 años, la cobertura de arrecifes pasó de un 80% a un 5% en el área, debido a diversos factores de origen natural y a los impactos de las actividades humanas y climáticas en la zona.

“Estas acciones, reafirman la necesidad imperante de promover alianzas público-privadas que fomenten e involucren la participación de todos los sectores de la sociedad en la protección y el adecuado manejo de la biodiversidad marino-costera”, explicó Svenja Paulino, directora del Programa Biodiversidad y Negocios de la GIZ Costa Rica.

Aunado a las actividades de restauración, este convenio propiciará el desarrollo de un plan de aprovechamiento turístico que permita realizar un uso sostenible de los recursos costeros, así como unir a esta alianza más actores de la región como empresas de buceo, grupos organizados y hoteleros, que contribuyan a replicar esta estrategia de conservación.

Esta alianza público-privada ha sido impulsada gracias al apoyo que desde el 2018 brinda la GIZ a Costa Rica en la implementación de acciones para la protección de los arrecifes de coral, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y contribuye la Estrategia Nacional de Biodiversidad de Costa Rica, bajo la meta número 15, que busca aumentar el porcentaje de cobertura de arrecifes de coral bajo procesos de restauración y protección.