Redacción- Esta semana se estrena en las salas de cine de Costa Rica una oferta latinoamericana muy especial para estas fechas, se trata de la película colombiana Luz, La flor del mal.

Es un film de terror escrito y dirigido por Juan Diego Escobar y con la actuación de figuras reconocidas en el cine y televisión colombianos, como lo son Conrado Osorio, Andrea Esquivel, Yuri Vargas, Jim Muñoz y Sharon Guzmán. La película de terror cuenta con un mensaje de respeto a la naturaleza, con tintes de realismo mágico.

“Luz, la flor del mal” habla sobre una comunidad aislada liderada por un predicador conocido como El Señor (Conrado Osorio), un presunto nuevo Mesías que llega al pueblo, pero que con su llegada los males comienzan.

En la casa del predicador, en donde sus tres hijas, Laila (Andrea Esquivel), Uma (Yuri Vargas) y Zion (Sharon Guzmán) comenzarán a cuestionar el verdadero significado de Dios, del Diablo, y la auténtica naturaleza del amor, del placer, de la feminidad y de la libertad.


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La cinta fue estrenada mundialmente en el Festival de Cine de Sitges (España), el primer evento de cine fantástico del mundo y después de eso llegaron otros festivales y reconocimientos.

Actualmente está en cartelera en varios países de América, donde destacamos Estados Unidos, México, Colombia y a partir de este Jueves, en Costa Rica.

El actor Jim Muñoz destacó la importancia de la naturaleza en la cinta, a quien consideró “el personaje principal”, porque es quien “absorbe, construye y resuelve la historia” y lo relacionó con el contexto actual de la pandemia mundial de coronavirus.

“Tiene mucho que ver, demasiado que ver. Creo que a nosotros como especie humana se nos olvidó lo más importante, que es la naturaleza y el planteamiento de Juan Diego, director del film, siempre fue eso de que todo lo que toca el hombre se corrompe y eso es lo que estamos viviendo hoy en día”, contó.

Otro tema central de la cinta es el misticismo y la religión, algo que, opinaron, está implícito en las personas latinoamericanas y en concreto en las colombianas.

Escobar dijo que Latinoamérica “tiene algo, tal vez de los ancestros”, relacionado con ritos y cultos que existieron y que inevitablemente se refleja en las creaciones audiovisuales de estos países, al igual que le pasó a él con el realismo mágico, un elemento que no puso conscientemente en la cinta pero que, reconoció, sí se puede apreciar.

Es una interesante película con una visión poética del bien y el mal, mezclando la fantasía, el western y el terror.