Foto: Concacaf.
  • Mora anotó su primer gol vestido como rojinegro 

Redacción – Carlos Mora ha logrado ganarse un lugar en el León, sin muchos reflectores y es considerado como una promesas por su destacado nivel a sus 19 años.

Mora no es muy amigo de las cámaras ni de los focos de atención, ya que en un equipo como Alajuelense hay otros jugadores que se roban las luces de la prensa.

Con un trabajo silencioso y con mucho esfuerzo, el joven nacido en el 2001 ha logrado ganarse la confianza de Andrés Carevic en el primer equipo rojinegro.

Su llegada al León se dio hace varios años atrás, gracias a la gran visión de don Quique Vázquez, que con su ojo clínico descubrió el gran talento a nivel nacional.

En su arribo a La Liga tuvo como principales guías a nada más y nada menos, que a Mauricio «Chunche» Monter y Josef Miso, quienes le dieron las herramientas suficientes.

Mora siempre se ha caracterizado por ser un jugador que habla poco y que prefiere enfocarse en lo suyo, con la misión de ayudar al Alajuelense.

Este extremo derecho y de 1,78 metros de estatura, ya contabiliza un total de 392 minutos en 11 partidos disputados a lo largo del Apertura 2020.

Esa constancia en el certamen le dio la oportunidad de jugar en Liga Concacaf frente al Cibao FC de República Dominicana. Dicho juego nunca lo olvidará Mora.


Lea también: Con tan solo 15 años, hijo del “Cachorro” Ledezma hace historia en La Liga


Carlos festejó su primer gol con la camisa del León en el duelo ante los dominicanos, luego de una gran definición que ayudó a los erizos a eliminar a dicho rival del torneo.

Su anotación en el torneo del área significó el 2-0 momentáneo, en un encuentro que los erizos lo ganaron por 3-0. Sin dudas, Mora demostró tener calidad de sobra.

La picardía, lucha por cada balón y buen toque de balón, son sin dudas las principal eses características en la cancha del número 17 del Equipo de su Gente.

Foto: Prensa La Liga. 

Ese gran momento que vive se lo debe en gran parte a su familia, que desde niño le dieron las bases necesarias para triunfar a base de humildad y muchos sacrificios.

El joven forma parte de la prometedora generación de jugadores del Centro de Alto Rendimiento del León, que con gran actuaciones empiezan hacerse sentir.