Foto: Prensa La Liga.
  • Jonathan Moya se lució con dos goles para los locales

Redacción- El León sigue imparable y se consolida en la cima del certamen tras derrotar al Cartaginés por marcador de 4-1 y propiciarle un fuerte golpe.

Las acciones se realizaron en el Estadio Morera Soto e iniciaron al ser las 8:00 pm entre los dos equipos con mejor rendimiento durante el presente Apertura 2020.

Por lo que erizos y brumosos eran consientes de que este enfrentamiento perfectamente podría repetirse en la definición por el título de campeón.

El peligro en las porterías se hizo presente desde los primeros minutos, lo que hacia pensar que el compromiso podía acumular varios goles.

La superioridad que demostraban los rojinegros quedó reflejada al minuto 26 del primer tiempo, cuando Jonathan Moya movió los cartones.

El centro delantero definió de gran manera con un remate de seguido con su pierna izquierda para enviar el balón al fondo de las redes.

No obstante, los blanquiazules no bajaban los brazos y solo 6 minutos después lograron emparejar las acciones desde el manchón de penal.

La pena máxima fue cobrada por José Sosa quien con gran potencia y colocación logró poner el 1-1 para mantener las esperanzas de conseguir el triunfo.

Aunque ese pequeño golpe de confianza para los comandados por Hernán Medford no duraría mucho.

Puesto que al minuto 43 Moya consiguió su doblete de la noche al imponerse en las alturas y demostró su gran categoría para cabecear.

Pequeña ventaja que se mantuvo hasta el final de la primera mitad, aunque el juego mostrado por los dos equipos generaba expectativas de cara a la etapa complementaria.

Sin embargo; las celebraciones del segundo tiempo serían solo para los manudos, quienes concretaron dos veces más en la portería defendida por Darryl Parker.

Pese a que la victoria parecía estar consolidada para el cuadro alajuelense, aún no se conformarían y al minuto 67 liquidarían con un 4-1.

En este caso fue el joven defensor Fernán Faerrón quien dijo presente en las redes, gracias a la astucia de Moya que dejó pasar el balón para que su compañero definiera.