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  • Biólogos piden a Incopesca información científica

Redacción – Las descargas del tiburón martillo en Costa Rica se redujo en un 94%, pero los biólogos piden datos concretos a Incopesca por el peligro de que se deba a la sobrepesca.

La institución atribuye esta gran reducción a un mejor control para hacer efectiva la prohibición de exportar aletas y otros productos de tiburón martillo.

No obstante, el biólogo Randall Arauz, de la organización internacional Fins Attached Marine Research and Conservation, denuncia que esa información carece de fundamento técnico alguno.

Arauz afirma a AMPrensa.com que él consultó si estos números no los alarman, pero indica que de Incopesca le dicen que los pescadores no descargan tiburones martillos por la prohibición, sin mencionar la sobrepesca.

«Desde hace 5 o 6 años el 85% de los tiburones martillo que descargan, ni siquiera han alcanzado la madurez sexual. Yo veo esa disminución y los datos de madurez sexual y creo que lo que hay es sobrepesca. Ya estamos afectando la población seriamente, pero aún así se requieren más datos», explicó.

El biólogo afirma que, como Incopesca tiene observadores en los barcos para ver cuántos anzuelos se ponen y cuántos tiburones capturan, se podrían dar datos de captura.

«Si es por sobrepesca, uno ve que capturan mucho menos. Por eso descargan. Ellos pescan igual. Se puede significar que siguen agarrando la misma cantidad de tiburón martillo que siempre, solo que los tiran al mar devuelta, así con las aletas y todo, y por eso no los descargan», agregó.

Entre el 2010 y el 2017 lo habitual era descargar entre 8 mil y 10 mil cuerpos de tiburones martillo por año; sin embargo, entre el año 2017 y el año 2019, la descarga pasó de 7556 a tan solo 448 cuerpos de tiburones martillo.

Aunado a esto, entre el 2015 y hasta el 2019 la proporción de especímenes en la descarga que no habían alcanzado la talla de primera madurez sexual rondó entre el 77% y el 87%, dice el comunicado del Centro Rescate de Especies Marinas Amenazadas de Costa Rica (CREMA).

«La mejor información científica disponible señala claramente que estamos ante una crisis causada por sobrepesca», dijo Arauz.

Agregó que esto sería positivo si hubiese control sobre la pesca. Es decir, hay una reducción en la descarga de esta especie, pero se sigue pescando con la misma fuerza, no es que se pesca menos.

«Incopesca tiene información científica y no la están compartiendo. Si Incopesca nos da los datos, podemos decir que esto es por sobrepesca y mal manejo, por eso no nos están dando los datos», expresó.

Según el biólogo de CREMA, Jeffry Madrigal, otra fuente de información, que permitiría dilucidar la causa de la reducción, puede hallarse en los datos de abundancia relativa o captura por unidad de esfuerzo, la cual es obtenida por los observadores a bordo de Incopesca

Sin embargo, la institución aduce que provee esta información a la Comisión Inter Americana de Atún Tropical (CIAT) para el establecimiento de política pesquera, privando a los científicos nacionales de la posibilidad de realizar análisis independientes con información de interés público.

«Si la reducción del 94% de la descarga del tiburón martillo responde a sobrepesca, entonces se observaría un descenso dramático en el número de tiburones martillo capturados, caso contrario, si dicho descenso obedece a mejores controles sobre la exportación de sus aletas, se observaría una captura constante», explicó Madrigal, palabras que también apoya Arauz.

Madrigal agrega que, si lo dicho por Incopesca es cierto, solo se puede asumir que los pescadores capturan la misma cantidad de siempre de tiburones martillo, pero ahora los botan enteros al mar ante la imposibilidad de exportar sus aletas.

«Ha llegado el momento de tomar acciones decisivas, o el tiburón martillo estará extinto dentro de los siguientes 20 años, eso no es nada, es como decir mañana. Costa Rica debe prohibir inmediatamente la captura y retención del tiburón martillo, así como la tenencia y comercialización doméstica de sus partes, si es que el país sinceramente quiere salvar a esta emblemática especie de su inminente extinción», concluyó Arauz.