¿Qué es el Impuesto Rosa o ¨Pink Tax¨?

Este impuesto es agregado a productos dirigidos a las mujeres

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Por: MBA Jesús Romero Prado


¿Sería lógico pensar que nuestro género trae consigo un pago mayor por los bienes que consumimos diariamente? ¿Podríamos imaginar que las mujeres tienen un impuesto adicional por solo el hecho de ser mujeres?

Antes eso cuestionamientos las respuestas es SI, el impuesto rosa es una problemática poco abordada literariamente y hasta cierto punto desconocida por el mundo entero, esto debido a que existe muy pocas investigaciones en el campo de la economía o estudios de mercado en general que hablen de esta temática y aunque es difícil de creer existen una gran cantidad de productos similares en el mercado que son más costosos para las mujeres que para los varones.

El ¨Pink Tax¨ o Impuesto Rosa se puede definir de acuerdo a experto en el tema como la tasa invisible que existe en todo el mundo y que es agregada a productos dirigidos a las mujeres, el ejemplo más popular es que más caro comprar una máquina de afeitar de color rosa con la leyenda ¨for women¨ que una misma máquina de afeitar color azul o verde o la famosa Banca KRISTAL del BCR.

De acuerdo a datos del Departamento de Asuntos del Consumidor (DCA) de Nueva York, en los cuales realizó un estudio de  precios de género o ¨gender pricing¨, donde se compararon casi 800 productos con versión masculina y femenina similares de más de 90 marcas.

El resultado arrojo que en promedio los productos para mujeres cuestan un 7% más que los productos similares para los  hombres.

En Estados Unidos, la revista Forbes calculó que en el 2014 la “impuesto rosa” les costó a las mujeres en este país más de 1.300 millones dólares al año.

 A estas cifras debemos agregar otro dato importante, que, de acuerdo al Banco Mundial, las mujeres representan aproximadamente un 70% de las decisiones de compra en todo el planeta, además las mujeres deciden las compras del 94% de los muebles para el hogar, el 92% de los destinos o lugares de vacaciones, el 91% en relación a la compra o alquiler de viviendas, el 60% en relación con los automotores y el 51% en producto relacionados con la electrónica o tecnología.

Es muy claro que los niveles de consumo son muy distintos entre el hombre y la mujer por lo cual los altos niveles de ingresos que reciben las grandes empresas por este impuesto invisible son cuantiosas minuto a minuto en la dinámica comercial 24/7 que mueve la economía mundial,  de aquí la necesidad de abrir el debate sobre este tema además de la necesidad de hablar y visibilizar esta situación  para que las personas y principalmente las mujeres sepan que existe este impuesto y que las afecta directamente.

En el mundo de la información las mujeres y las familias en forma conjunta deben empezar a analizar este impuesto en sus decisiones de compra diarias, para no ser víctimas o engañadas por el depredador ¨marketing¨, la vorágine del consumismo o más modernamente las Neuroventas; estrategias con las cuales se persuade la conducta de compra del consumidor final.

Una recomendación muy simplista seria indicar que las personas no compren aquellos productos que tengan este impuesto por solo el hecho de ser para una mujer, pero la solución real para atacar esta situación es más compleja y es realizar un ejercicio de derecho comparado en las normas jurídicas y políticas públicas de cada país y especialmente generar leyes que regulen esta temática del impuesto rosa, como podría ser el caso del estado de California en EEUU, en el cual existen leyes de precios de género, las cuales promuevan las denuncias cuando se presentes estas situaciones y de comprobarse que se dan estas prácticas comerciales discriminatorias, permite que se apliquen multas o sanciones a los negocios.

En Costa Rica en la actualidad en la Asamblea Legislativa se encuentra el expediente N.° 21.171, proyecto de ley que añade un párrafo final al artículo 2 y un inciso n) al artículo 12 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor, ley n° 7472, pretende la prohibición de discriminación en precios de venta basada en género, el mismo busca visibilizar esta problemática y dar los primeros avances en materia de regulación del Impuesto Rosa o Pink Tax.

Ya lo sabe cuándo vea un producto pregúntese primero este producto tiene el Impuesto Rosa o no, antes de comprarlo, es hora de que como sociedad podamos conocer estas prácticas comerciales de ¨marketing¨ basadas en estereotipos, es hora de eliminar, o reducir considerablemente, esta brecha de precios, así como erradicar la discriminación arbitraria de carácter económico basado en el género.