Costa Rica posee una variante casi exclusiva del SARS-CoV-2

Costa Rica es de los pocos países que han hecho público la existencia de la mutación

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Redacción-En Costa Rica existe una variante del SARS-CoV-2 que aumentó su presencia y que sobrepasó el estándar mundial.

Once científicos de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) le dieron a la comunidad científica internacional el reporte inédito.

Su nombre es T1117I y se ubica en la espícula (corona) del virus. Si bien esta mutación no hace al virus más letal, contagioso o agresivo, en el reporte de diciembre de 2020 (que analizó los casos de marzo a agosto) y el de enero de 2021 (que añade los casos de septiembre, octubre y noviembre), han ocurrido varios cambios.

Uno de ellos está en la cantidad reportada.

En el reporte de diciembre de 2020, la variante T1117I registraba una presencia del 14,5 % en los 138 casos estudiados. Ahora, el reporte de enero de 2021 muestra que esa cifra aumentó a un 29.2 % con los 47 nuevos genomas secuenciados. Este dato supera, y por mucho, la frecuencia internacional que no llega ni al 1 %.

De acuerdo con la base de datos internacional GISAID, una plataforma que promueve la rápida distribución de información relacionada con virus (entre ellos el SARS-CoV-2), Nueva Zelanda, Australia y Bangladesh ya tienen la variante. Sin embargo, al 26 de enero de 2021, las tres naciones han contabilizado menos de dos casos.

Los otros países que también han hecho reportes de la T1117I, pero con casos mínimos, son Chile y Sudáfrica. Pocos países, incluido Costa Rica, han hecho público la existencia de la mutación.

Ahora bien, la pregunta es ¿por qué? ¿Qué posee Costa Rica que no tienen los demás países para tener una variación del virus que incrementa su presencia en el país, cuando en otras naciones no aumentó?, ¿podría esta variante poner en peligro la eficacia de la vacuna?

Para contestar esa interrogante, el Dr. José Arturo Molina Mora, microbiólogo bioinformático del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET-UCR), de la Facultad de Microbiología, y coordinador del proyecto de análisis genómico del virus desde la UCR.

  1. ¿Cuántas variantes, en general, han logrado encontrar hasta hoy?

José Molina Mora (JMM): “En la última entrevista le dije que habíamos descrito hasta 15 mutaciones por genoma y que esas mutaciones también se reportaban en el mundo. Al día de hoy, nosotros ya hemos detectado hasta 22 mutaciones por genoma, para un total de 283 diferentes mutaciones en todos los genomas que hemos analizado en conjunto.

  1. En relación con esta nueva variante, la T1117I de la espícula, ¿cuándo se dieron cuenta de que la teníamos en Costa Rica?

JMM: “En diciembre de 2020 nos dimos cuenta de la T1117I. Cuando se está haciendo el estudio, uno va mutación por mutación para analizar cuál podría ser el efecto. Al encontrar esa variante yo dije: ‘¿qué?, ¡espere un momento!’, y empecé a indagar más.

En el reporte de diciembre, que analizó el periodo marzo-agosto, decíamos que la T1117I en Costa Rica tenía una frecuencia del 14 % en agosto, mientras que en el mundo esa mutación no subía del 1 %, y que es muy escasamente reportada por otros países.

  1. Entonces, ¿se podría considerar esta variante, la T1117I, como la más frecuente de Costa Rica?

JMM: “No es la más frecuente, pero es la que está aumentando más con respecto a su histórico. Veamos el caso de la variante D614G de la espícula. Al inicio la teníamos en un 95 %, luego 98 % y ahora al 99 %.

Lo importante aquí es que nosotros estudiamos detalladamente la variante T1117I de la espícula de primero en el mundo ante la comunidad científica. Aunque no tuvimos el primer caso, si hicimos el primer reporte con un incremento sostenido a niveles no observados en ningún otro país. El primer caso estuvo en Alemania”.

4- Esta variante no convierte al virus en una versión más agresiva, letal o contagiosa.

JMM: “Sí. El material genético trae las instrucciones de cómo el virus va a ensamblar su espícula (esos picos que tiene en forma de corona y que es su llave para entrar a la célula humana). La oligomerización le da a la proteína del virus su forma final y la capacidad para interactuar con la célula humana.

Si nos enfocamos en la mutación T1117I, al ubicarse tan abajo, los análisis bioinformáticos nos predicen que es muy probable que no tenga mayor efecto en cómo actúa la molécula con la célula humana. Por lo tanto, no debería afectar ningún cambio en la presentación de la enfermedad”.

5- ¿Tampoco en la vacuna?

JMM: “Tampoco. Si esta mutación estuviera cerca de los sitios donde se reconocen los anticuerpos, ahí sí sería preocupante porque pondría en riesgo la eficacia de la vacunas. Pero este no es el caso. La mutación, al estar tan lejos, no debería afectar la vacuna.

La entrevista que usted podrá consultar de forma completa en https://www.ucr.ac.cr/noticias/2021/01/26/costa-rica-posee-una-variante-casi-exclusiva-del-sars-cov-2-que-aumenta-su-presencia-en-el-pais.html