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Redacción Cuando usted realiza ejercicio de alta intensidad o durante un periodo extenso, su cuerpo pierde, a través del sudor, líquidos y sales minerales vitales.

Para mantener la salud y aumentar el rendimiento deportivo, es fundamental que mantenga una hidratación adecuada, que le permita reponer rápidamente los electrolitos perdidos (potasio, sodio y calcio, entre otros).

El desequilibrio o la pérdida de electrolitos puede ocasionar desde espasmos musculares,
sensaciones de debilidad y cansancio hasta dolores de cabeza, mareos y naúseas, entre otros malestares.

La hidratación es clave, por ello tome nota de lo siguiente:
-Una bebida hidratante debe proporcionarle un equilibrio óptimo de electrolitos, glucosa y
agua, que favorezca la hidratación rápida. El suero, como por ejemplo, el Pedialyte 30 de Abbott, satisface esa necesidad; además su fórmula con zinc le ayuda a mantener un sistema inmunológico saludable.

-El hidratante puede consumirse antes, durante y después del ejercicio. Los expertos
recomiendan beber sorbos pequeños para facilitar la absorción y evitar una sensación de “llenura” que podría interferir en su rutina de ejercicio.

Al mantener hidratado el cuerpo, los músculos se conservan flexibles, lo que le ayudará en el siguiente esfuerzo físico que realice.

– El agua no contiene electrolitos, que son recomendados para una recuperación óptima del organismo cuando se trata de esfuerzos físicos intensos o prolongados.

-El balance es clave, siempre busque darle a su cuerpo una hidratación óptima.