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Redacción- Niños escritores de todo el país serán protagonistas de la celebración virtual de Mi Cuento Fantástico 2020.

La pandemia por COVID-19 no fue obstáculo, sino inspiración, para que niños de todo el país participaran en el Concurso Nacional Mi Cuento Fantástico 2020 y escribirán relatos que expresan sus ideas, anhelos, temores y vivencias en torno a esta emergencia mundial.

Ellos se convirtieron en cronistas de un momento histórico y serán protagonistas de la celebración virtual organizada para reconocer a los 40 ganadores de este certamen, el próximo 19 de enero a partir de las 10 a.m. por Facebook Live.

Si bien el certamen promueve un proceso de escritura en las aulas, en 2020 se modificó el reglamento para que los estudiantes pudieran participar desde sus hogares, en el marco de la estrategia “Aprendo en casa” impulsada por el Ministerio de Educación Pública (MEP).


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Esta edición especial recibió 1.250 cuentos escritos por estudiantes de 406 escuelas, con la guía de 870 docentes, en las 27 regiones educativas del país.

“Los resultados de esta edición muestran el esfuerzo extraordinario que han realizado los y las estudiantes durante la pandemia, así como sus familias, personas docentes, bibliotecólogas y toda la comunidad educativa.

Al motivar a los niños y las niñas a escribir con un propósito, para comunicar sus pensamientos y emociones, el concurso siguió apoyando la implementación de los programas de estudio de español en primaria”, asegura la ministra de Educación Pública, Guiselle Cruz Maduro.

Por noveno año consecutivo, el concurso fue organizado por la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA), el MEP, la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Asociación Libros para Todos y la Comunidad de Empresas de Comunicación (Comunidad), con el apoyo de reconocidos patrocinadores.

Como es usual, el jurado seleccionó 12 ganadores nacionales y 27 regionales, así como un ganador de la categoría “Contá tus ahorros”, patrocinada por BAC Credomatic. Para reconocer el valor histórico de esta edición, también se otorgó una mención honorífica al mejor cuento relacionado con la pandemia, escrito por una niña de la región Grande de Térraba que sufrió por tener que alejarse de su abuela y no poder comunicarse con ella.

“Entre la realidad y la fantasía, muchos estudiantes escribieron relatos que reflejan lo que ellos sintieron al verse alejados de sus abuelos, de sus amigos y compañeros, sin poder salir a jugar ni asistir a la escuela, pero más cerca de su núcleo familiar, más expuestos a la tecnología y a las noticias sobre la pandemia.

Como autores y protagonistas, los niños buscan explicaciones y soluciones a esta situación que cambió sus vidas”, explica Melissa Arias, directora de pedagogía de ADA.

Dado que el año pasado no pudo efectuarse el tradicional acto de premiación, en el Auditorio Nacional, este 19 de enero se realizará la celebración virtual que será trasmitida a partir de las 10:00 a.m. por medio del Facebook de ADA (https://www.facebook.com/AmigosDelAprendizaje).

Este también será el preámbulo para la décima edición del concurso, que coincide este año con la celebración del bicentenario de Costa Rica como nación independiente.

Desde su primera edición, en 2012, el Concurso Nacional Mi Cuento Fantástico se concibió como un instrumento para promover la lectura y la escritura creativa en las escuelas.

Por ello, el reglamento original establece que los docentes deben organizar un proceso de escritura en el aula, donde todos los estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar y compartir sus cuentos. Producto de ese proceso, cada maestro debe seleccionar los dos mejores textos de su grupo e inscribirlos en el certamen nacional.

Por primera vez en nueve años, en 2020 se modificó el reglamento para permitir que los niños participaran desde sus casas, con el apoyo sus docentes o de sus familias.

“El trabajo que normalmente se realiza en las aulas se adaptó a la virtualidad o a las circunstancias de los estudiantes.

Muchos docentes y bibliotecólogos guiaron a sus alumnos a través de las plataformas tecnológicas, e incluso enviaron material impreso a los niños que no tenían conectividad para que realizaran el proceso de escritura en sus casas, desde la definición del tema, la estructura del cuento, el desarrollo, el desenlace, la revisión y la corrección, motivándolos a crear historias muy significativas”, afirma Melissa Arias.